SELECCIONES AUTONÓMICAS
País Vasco y Cataluña convierten su amistoso en una bravata nacionalista
Por Irene E. Sánchez
2 min
España29-12-2007
Atrás quedan los tiempos navideños en que dos equipos formados por actores, cantantes o estrellas de moda se disputaban un partido de fútbol benéfico en el que, paradójicamente, el encuentro también era lo menos importante. Este año las selecciones regionales toman las riendas en Navidad y llevan a cabo una serie de partidos amistosos durante las fiestas, que algunas comunidades como el País Vasco, Cataluña o Galicia han convertido en objeto de disputa política.
El fútbol continúa su ritmo y ni siquiera a finales de 2007 deja al público una sola semana sin espectáculo, esta vez a través de diversos bolos de hasta seis selecciones regionales que disputaron los pasados 27, 28 y 29 de diciembre: Cataluña, País Vasco, Galicia, Extremadura, Andalucía y Canarias. Las tres primeras fueron las que convirtieron lo que en principio se estableció como partidos amistosos en encuentros marcados por los conflictos políticos. Miles de personas secundaron la tarde del encuentro entre Cataluña y País Vasco del 29 en Bilbao una manifestación convocada por la plataforma por la oficialidad de las selecciones deportivas con el objetivo de solicitar el derecho de las selecciones deportivas vascas a la oficialidad y a competir de este modo en campeonatos internacionales. El partido entre ambas selecciones contó con una relevante presencia institucional. Acudieron al mismo el lehendakari, Juan José Ibarretxe, la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao y representantes catalanes como el vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, y el jefe de la oposición y presidente de CiU, Artur Mas. Otra cosa es lo que se vio en las gradas del estadio de San Mamés en Bilbao, sede del encuentro, donde los aficionados mostraron –además de las banderas de cada autonomía- todo tipo de enseñas independentistas llegando incluso a profanar una bandera española. Asimismo los gritos que se podían escuchar en la grada fueron mucho más allá que la pancarta que presidió el partido entre los dos equipos que saltaron al campo portando cada uno la leyenda de: “Una nación, una selección”. La polémica comenzó un mes atrás. Lo acontecido actualmente está precedido por el anuncio televisivo en que en un encuentro de este tipo se caricaturiza a un guardia civil, a “Manolo el del bombo” y una especie de torero tratan de impedir que este tipo de partidos se lleve a cabo, a lo que el público les echa del estadio. Ante la polémica, el Extremadura ha preferido mirar a otro lado y asegurar que no pretenden “ninguna reivindicación política”. “Tan sólo queremos juntar al fútbol extremeño en un día de fiesta”, aseguraron. La comunidad de Madrid ni siquiera quiso implicarse en los partidos amistosos. El consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo, rechazó todas las invitaciones de participación en estas competiciones: "Nunca financiaremos bolos navideños de este tipo. No gastaremos ni un euro en partidos reivindicativos. No creo que los ciudadanos madrileños aprobasen que dedicásemos dinero para intentar diferenciarnos de nuestra selección española, en vez de promocionar el deporte en la región".