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BALANCE 2007

Zapatero no se arrepiente, pero admite errores en su optimismo frente a ETA

Fotografía
Por Antonio PérezTiempo de lectura3 min
España30-12-2007

El presidente del Gobierno analizó la última legislatura sacando pecho por las leyes sociales aprobadas por el Ejecutivo socialista y por la marcha de la economía, pero también consideró la tregua con la banda terrorista y los problemas con las infraestructuras en Cataluña como los puntos negros de su mandato.

Los últimos días del año han servido para que los políticos valoren la última legislatura y hagan examen de conciencia ante la cada vez más cercana carrera por La Moncloa. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, analizó el desarrollo de estos cuatro años y se mostró satisfecho con el resultado conseguido. En su balance de 2007 aprovechó para dar su visión sobre los cuatro años de mandato socialista y consideró como logros la buena marcha de la economía española, la creación de empleo, el aumento de las pensiones mínimas, además de la reforma laboral, el aumento de las rentas bajas y el sueldo mínimo, así como las principales leyes sociales aprobadas durante la legislatura. Pero Zapatero también admitió que no todo han sido aciertos. En concreto, asumió que fue un “error notable” aventurar a finales de 2006, en relación con el terrorismo de ETA, que dentro de un año “estaríamos mejor” que en aquel momento. Un día después de aquellas palabras, la banda terrorista atentó en la T-4 de Barajas y asesinó a dos ciudadanos ecuatorianos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Y hace unas semanas, varios volvieron a atentar asesinando a dos guardias civiles en suelo francés. El jefe del Ejecutivo consideró que aquella visión optimista sobre la tregua y el fin de ETA supuso uno de los mayores errores de su legislatura, pero no se arrepiente de las decisiones que tomó entonces. De hecho, mantiene que era su deber tratar de intentar el fin del terrorismo por la vía de la negociación. Aunque de momento admite que no hay ninguna posibilidad de volver a negociar con la banda terrorista porque no hay expectativas que indiquen un cambio de postura de ETA, tampoco ha cerrado la puerta de cara al futuro –al menos públicamente- si esas circunstancias cambiaran. Además de aventurar la paz, Zapatero también citó como uno de los principales errores el anuncio de la puesta en marcha del AVE de Madrid a Barcelona, previsto en principio para el pasado 21 de diciembre y que aún no tiene fecha definitiva de inauguración. El presidente afirmó también que había habido “otros errores” durante su mandato, que no consideró oportuno citar, ya que apostó por un balance optimista con su gestión. En este sentido, destacó que, a su juicio, España sale de esta legislatura “más fortalecida”, los españoles tienen ahora “un mayor nivel de bienestar”, y el futuro de todos está “mejor preparado y más abierto a nuevas oportunidades”. EL PRESIDENTE DEFIENDE LEYES QUE LA IGLESIA CREE CONTRARIAS A LOS DERECHOS HUMANOS Zapatero se mostró especialmente orgulloso de algunas de las leyes aprobadas por su Gobierno, como la apuesta por la extensión de nuevos derechos en el caso de los matrimonios entre personas homosexuales, además de la ley de igualdad entre hombres y mujeres, la potenciación de la investigación y el desarrollo y las ayudas a las personas dependientes, entre otras propuestas del Ejecutivo. Del mismo modo, señaló el cumplimiento de algunas promesas electorales, entre los que se incluye la retirada de las tropas españolas en Irak –que ordenó al inicio de la legislatura, en 2004- y la subida del salario mínimo a los 600 euros mensuales. En contra de la visión positiva que Zapatero mantiene de su gestión, el líder del principal partido de la oposición y presidente del PP, Mariano Rajoy, respondió al presidente del Gobierno al considerar que el país estaba tras la última legislatura “claramente peor” que en 2004, cuando gobernaba el PP. Asimismo, también se han pronunciado en contra del Gobierno miles de familias cristianas que se manifestaron el pasado fin de semana en la capital española comandadas por el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. El cardenal, en un acto que contó con la intervención del Papa Benedicto XVI, que saludó desde El Vaticano a los manifestantes, llegó a instar a la “evangelización de la sociedad española”. Rouco aseguró ante los miles de files que leyes como el denominado “divorcio exprés” o la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo son el ejemplo de que la legislación española va “marcha atrás” en la defensa de los Derechos Humanos.