MEDIO AMBIENTE
El ¬New Flame¬ se rope frente a la bahía de Algeciras
Por María Reyes Romero
2 min
Sociedad30-12-2007
El barco chatarrero New Flame lleva encallado en la Bahía de Algeciras desde principios del mes de agosto cuando colisionó con un petrolero, el Torm Gertrud. Cuatro meses después aún no se ha retirado de las costa andaluza, y el pasado día 23 de diciembre se partió provocando el hundimiento de la popa debido a un fuerte temporal de levante.
Como consecuencia, toneladas de residuos han caído al mar, con la correspondiente contaminación que esto conlleva. Según ha informado la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, los efectivos del Plan Territorial de Emergencias activado en estos días han recogido ya más de once toneladas de chatarra en aguas del estrecho y en las playas de Getares, Algeciras y El Rincocillo, en la provincia de Cádiz. Ante esta situación, nadie se pone de acuerdo con respecto a las consecuencias que todo esto puede acarrear. El director del Parque Natural del Estrecho, Jesús Cabello, asegura que a pesar de que han llegado algunas manchas a la costa, no se ha producido una “afectación seria del ecosistema de las aguas”, de las cuales gran parte pertenece a espacio protegido. Sin embargo, y en contra de la tranquilidad expresada por Cabello, la asociación Verdemar-Ecologistas en Acción en Cádiz, asevera que sí existe una contaminación importante debido a este incidente, y ha reclamado al primer ministro en Gibraltar, Peter Caruana, que elabore un informe en el que “salga a luz” las consecuencias reales del hundimiento. El portavoz de ecologistas en acción, Antonio Muñoz, explicó el riesgo sobre la salud pública que los residuos del New Flame pueden traer consigo, ya que “el hundimiento se ha producido en una zona cercana a pesquerías, por lo que abunda la posibilidad de que la contaminación penetre en la cadena trófica y termine afectando a las personas”. Muñoz ha explicado un caso parecido ocurrido en la bahía de Japón y que comenzó a generar problemas importantes a los 20 o 30 años. “Aquí puede suceder igual”, añadió. Pero el New Flame no sólo es un problema ecologista sino que ya se ha tornado de tintes políticos. Las aguas donde se encuentra el barco están gestionadas por las autoridades de Gibraltar y por lo tanto la Junta no puede hacer más que estudiar las posibilidades jurídicas de pedir responsabilidades a las mismas ya que desde el momento de su encallamiento el pasado verano, el Gobierno de Andalucía ha insistido constantemente en la agilización de la retirada del barco. Por lo tanto y aunque los técnicos del Gobierno andaluz informaron de que la costa ya estaba "prácticamente limpia", la Junta ha encargado a su gabinete jurídico que redacte una demanda por daños y perjuicios contra el Gobierno del Peñón, al que considera "único responsable" de la situación.