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RALLIES

Loëb sufrió para lograr su cuarto mundial

Por Jesús RosellTiempo de lectura3 min
Deportes02-12-2007

Mucho le ha costado esta temporada a Sébastien Loëb lograr su cuarto Mundial consecutivo. Este año no ha sido un paseo como los anteriores, pues tenía como rival a un Marcus Grönholm en muy buen estado de forma y que rindió al máximo en su última temporada en activo. Daniel Sordo estuvo a la altura, sobre todo en la recta final, pero quedó cuarto, por debajo de Grönholm y de Mikko Hirvonen.

La primera prueba del campeonato dejó a los Citroën en lo más alto, con un alto nivel y dominando de principio a fin. Loëb y Sordo ocuparon los primeros puestos y relegaron a Marcus Grönholm en la tercera posición. No se siguió el mismo guión en Suecia. El rally del hielo y las pistas resbaladizas acabó con Grönholm como campeón. Loëb hizo todo lo que pudo, pero el nivel era muy alto y su rival conocía cada palmo de terreno sueco, por la proximidad geográfica con su país natal. Noruega dejó a Seb tercero en la general al no acabar la prueba. Hirvonen escalaba posiciones y sorprendía con su excelente conducción. En Méjico Loëb volvió a la senda de la victoria. El mundial era un claro mano a mano entre éste y Grönholm. La emoción crecía y se demostraba en cada prueba que se disputaba. No había tregua. Lo mismo se pudo ver en Portugal y Argentina. En Cerdeña llegó la reacción de Grönholm, que recortaría puntos de forma consecutiva hasta ponerse líder. La prueba italiana fue el inicio de ello. En Grecia y Finlandia no varió caracha, hasta que llegó Alemania. La zona teutona es una de las preferidas para Loëb, y en esta ocasión volvió a demostrarlo. El asfalto es el terreno favorito del galo, y sobre él logra sus mejores registros a mandos de su Citroën. Dani Sordo tuvo una época de resultados irregulares. Los podios se resistían, pero el español lo intentaba de todas las formas. La arena de Australia se rindió ante la exhibición de Grönholm y su Ford Focus. Lo mismo ocurrió en Catalunya con Loëb. Las victorias se las repartían entre los dos, sin nadie que les hiciera sombra. Mikko Hirvonen, al ver que no tenía ni la mínima opción de disputar el mundial, se centró en asegurar el tercer puesto de la general. Dani Sordo se lo puso fácil, ya que no obtenía buenos resultados. Córcega habló más francés que nunca con la victoria del compatriota Loëb y Japón fue el territorio de Mikko Hirvonen después de que tanto Grönholm como Seb abandonaran. Irlanda catapultó a Loëb hacia el liderato, algo que no soltó en Gales, donde, en vez de atacar, mantuvo la distancia suficiente para no cometer errores y hacer matemáticas con los puntos de ventaja. Al final, el campeonato se quedó en manos del piloto de Citroën, aunque con mucho sufrimiento y suspense, aunque no por ello menos merecido. Incluso él mismo afirma que éste le ha congratulado “más que ninguno por la dificultad”. Grönholm ha afrontado la temporada de su retirada con la sensación de que aún podía y puede ser muy competitivo. Cede el testigo a Hirvonen como su sucesor.