CRISIS INTERNAS
CiU, cada vez más cerca de su división política
Por Raquel Rodrigo2 min
España02-09-2007
Las diferencias entre los partidos de la coalición política Convergencia i Unió (CiU) cada vez son mayores. Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) y Unió Democràtica de Catalunya (UDC) se federaron hace trece años años para evitar las discrepancias ideológicas que están teniendo actualmente, acompañadas de las luchas por el liderazgo entre los presidentes de ambos grupos: el convergente Artur Mas y el socialcristiano Josep Durán Lleida.
Ambos partidos admiten que entre sus filas hay dirigentes y militantes que apuesta por la ruptura, aunque a "la mayoría" le interesa seguir unida por conveniencia. A pesar de esto, algunos partidarios de la desunión pertenecientes a CDC han creado recientemente la plataforma ¬Desfederémonos¬, con la que pretenden presentar la propuesta de ruptura con UDC en el próximo congreso de Convergencia. Si dicha propuesta obtuviera el apoyo de dos tercios de los consejeros convergentes, la ruptura sería oficial. Actualmente cuenta con el apoyo de quince de ellos. Desde su página web, la plataforma de CDC da las claves de la ruptura, como las diferencias ideológicas en temas como el divorcio, el aborto, la independencia de Cataluña o los pactos con el resto de partidos nacionales. Estas dudas parten de la idea de CDC de que los socialcristianos son un partido “ultraconservador” y “sin sentido de país”. Tras la aparición de ¬Desfederémonos¬, Durán Lleida subrayó que en Unió "nadie quiere la fusión" con CDC, pero "sí hay dirigentes que quieren la ruptura" con Convergencia, y reconoció que en la federación hay discrepancias de mayor importancia política que se suman a las desavenencias ideológicas. El líder de Unió no comparte el proyecto de "la casa grande del catalanismo", que impulsa personalmente Mas, para crear un partido transversal. Duran afirma que acepta la estrategia de Mas porque "es la de nuestro socio", pero recuerda que su proyecto político se basa en el humanismo, donde "no caben" todas las tendencias políticas. La principal preocupación de Duran es la dificultad de que haya un ministro nacionalista en el próximo Gobierno después de las elecciones generales de marzo. El líder de Unió afirmó ayer que le "cuesta mucho" ver ministros de CiU en el Ejecutivo porque ni populares ni socialistas podrán aceptar las demandas de la federación. Precisamente, fue la pretensión de Duran de negociar unilateralmente la entrada de CiU en el Gobierno, un hecho al que es reticente CDC, lo que abrió la penúltima crisis dentro de CiU.