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CRISIS INTERNAS

Los partidos exhiben sus luchas internas a medio año de las elecciones

Fotografía El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, con el dirigente navarro Carlos Chivite

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, con el dirigente navarro Carlos Chivite

Por Antonio PérezTiempo de lectura4 min
España02-09-2007

Los principales partidos políticos de España, PSOE, PP, Partido Nacionalista Vasco y Convergencia i Unió, inauguran el curso político con, al menos, una asignatura pendiente: la cohesión interna. El mensaje a los ciudadanos y la coherencia queda de este modo desvirtuado, además de dificultar las posibles coaliciones y la estabilidad política en el caso de que ni los socialistas ni los populares obtengan la mayoría absoluta en los próximos comicios.

Las luchas por el poder el partido de Rajoy, las tensiones en el PSOE navarro con Ferraz, la compleja situación del País Vasco y las cada vez más alejadas posiciones entre los líderes de Convergencia y los de Unió en Cataluña han aflorado especialmente en las últimas semanas, a punto de que el nuevo curso político comience su andadura con la carrera por las elecciones generales como telón de fondo. En este sentido, en el principal partido de la oposición ha vuelto a hacer eco los tambores de la sucesión de su presidente y candidato a ocupar La Moncloa, Mariano Rajoy. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, volvió a postularse en las últimas semanas para ir en las listas del PP en las próximas elecciones generales arropando a Rajoy, unas declaraciones que volvieron a abrir la caja de Pandora del partido. Las aspiraciones del popular madrileño, que ya ocupó el cargo de secretario general del partido, fueron apoyadas por el fundador del partido y actual senador, Manuel Fraga, pero no convencieron a otros líderes como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, o el actual secretario general, Ángel Acebes, que destacó que no era el momento de lanzar candidaturas. Además, el recién nombrado presidente de Navarra, Miguel Sanz, rompió filas también al comenzar un debate público sobre la conveniencia de que su grupo político, Unión del Pueblo Navarro (UPN, que representa al PP en la Comunidad foral), tuviera un grupo propio en el Congreso de los Diputados, algo que tampoco ha cuajado en la calle Génova. La nueva alianza tácita entre los socialistas y los populares en Navarra, además, también ha reflejado una importante crisis en el seno del PSOE. El hecho de que el candidato socialista a la presidencia de Navarra, Fernando Puras, quedara en una tercera posición (después de UPN, que ganó las elecciones, aunque perdió la mayoría absoluta; y de Nafarroa Bai) puso en un compromiso al PSOE nacional. Aunque los nacionalistas y los socialistas navarros llegaron a un acuerdo para formar gobierno, desde la sede madrileña de Ferraz abortaron la operación y permitieron a Sanz gobernar en minoría. El sector crítico del Partido Socialista de Navarra (PSN) amenazó incluso con abandonar el partido y crear uno nuevo, un extremo que al final no se ha llevado a cabo. A los discrepantes con el PSOE nacional se le ha unido en los últimos días la que ha sido eurodiputada socialista, Rosa Díez, contraria a la política antiterrorista del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Díez aseguró que seguirá defendiendo el socialismo, pero no ya con responsabilidades en ese partido, ya que encabezará la lista de una nueva formación política abanderada por el movimiento “Basta Ya” y por su promotor, el filósofo Fernando Savater, que tratarán de buscar un hueco en el panorama político nacional al margen del PSOE y con el más que probable apoyo de otro nuevo partido como Ciudadanos. Los partidos nacionalistas podrían decidir quién gobierna tras las generales Las formaciones nacionalistas con más peso en el Parlamento nacional, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Convergencia i Unió (CiU), tampoco se libran de las rencillas entre miembros del mismo grupo. En este caso, es probable que estos partidos con crisis internas jueguen un papel protagonista si ninguno de los grandes partidos obtiene mayoría absoluta para gobernar, algo bastante probable, y de esta manera decidirían con su apoyo qué formación gobernaría en España. La situación en el País Vasco ha puesto en relieve el enfrentamiento continuado entre dos facciones diferenciadas: la liderada por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y la defendida por el presidente del Guipúzcoa Buru Batzar (GBB) de la misma formación, Joseba Egibar. Mientras Egibar apuesta -al igual que el lehendakari Juan José Ibarretxe- por realizar una consulta popular para decidir el futuro del País Vasco, Imaz aboga por pactar con el Gobierno central y por la ausencia de violencia como condición sine qua non. Dos posturas que se encontrarán en el próximo congreso que celebrará el PNV. Por otro lado, Convergencia i Unió ha mostrado públicamente el distanciamiento entre las facciones que forman el partido: Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), de Artur Mas, y Unió Democrática de Cataluña (UDC), de Josep Antoni Durán i Lleida. Ya en el debate sobre la reforma del Estatut demostraron la falta de sintonía entre ambos, algo que se ha venido manifestando e incrementando en los últimos meses, con posturas diferenciadas en la política educativa o en las relaciones entre Cataluña y el resto de España. De hecho, incluso algunos medios incluso han apuntado a la posibilidad de ruptura de CiU, algo desmentido por su secretario general, Durán i LLeida.