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VIOLENCIA

El asesino de la Universidad de Virginia sufría problemas psicológicos

Por Marta G.BrunoTiempo de lectura2 min
Sociedad16-04-2007

Una venganza pudo desencadenar la masacre. Cho Seung-Hui era, según su familia, un chico educado y tímido. Sin embargo, antes de cometer los asesinatos en la Universidad de Virginia el estudiante surcoreano presentaba ya signos violentos en sus trabajos de clase y en sus relaciones.

El lunes 16 de abril por la mañana el joven, de 23 años, dejó una nota en su habitación de la residencia Harper, que compartía con otros cinco estudiantes. Seung-Hui cogió una pistola de nueve milímetros y otra de 22 y se dirigió hacia la residencia West Ambler Johnston, donde viven 895 estudiantes. A las siete y cuarto de la mañana, el servicio de seguridad del campus recibía las llamadas de auxilio de los estudiantes que habían oído el primer tiroteo, en el que murieron dos personas. Las autoridades policiales creyeron que se trataba de un crimen pasional y mandaron un correo electrónico a todo el personal y estudiantes de la Universidad Politécnica, en el que informaron de lo ocurrido. Sin embargo, pocos fueron los estudiantes que leyeron sus e-mails y las clases comenzaron como otro día cualquiera. Mientras tanto, el joven se hizo fotos y grabó vídeos que posteriormente mandaría a la cadena de televisión NBC. A las diez menos cuarto de la mañana, Seung-Hui decidió continuar con la matanza en el Norris hall, el edificio de Ingeniería. El joven entraba en las aulas, disparaba y se iba cuando se terminaban las balas, sin decir nada. Las autoridades no pudieron entrar en el edificio hasta que los disparos cesaron. Ese fue el momento en el que Seung-Hui acabó con su vida, no sin antes asesinar a otras 32 personas. El agresor se licenciaría en Filología inglesa en poco tiempo, aunque presentaba graves problemas psicológicos. Su comportamiento era cada vez más violento. En pocos meses, prendió fuego dentro de una residencia de estudiantes y acosó a unas alumnas de la universidad con mensajes. La policía le interrogó a finales de 2005 y poco después ingresó en un centro de salud mental. Según los expertos, Seung-Hui sufría lo que ellos denominan una "crisis catatímica". Esta situación se produce cuando una persona sufre una distorsión del juicio, debido a un trauma anterior que el sujeto no supera. La sensación es tan insoportable que la persona que lo sufre puede cometer actos violentos. Seung-Hui explicó en la nota que dejó en su habitación el desprecio que tenía a sus compañeros y a los que consideraba "niños ricos", lo que le "obligó" a cometer esos actos.