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TOROS

Narbona, obsesionada contra la fiesta de los toros

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Espectáculos19-02-2007

Dicen que cuando uno sueña con toros es que va a llover. Es la única explicación lógica que puede darse a la postura que tiene la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, con la fiesta de los toros. Parece que ante el problema de España con la sequía, la solución en la que piensa Narbona es que se prohíban estos espectáculos.

Acudió a desayunar a la agencia Europa Press y se desayunó hasta las estadísticas que muestran las cifras de la fuerte afición que hay en España a este espectáculo. La ministra de Medio Ambiente ha afirmado que sólo el 8 por ciento de los ciudadanos españoles estaría a favor de la fiesta de los toros, y que en Andalucía es la comunidad donde existe mayor tradición, pues ese supuesto porcentaje asciende a un 40 por ciento. Quizás es que las pilas ecológicas no funcionan bien en las calculadoras del Ministerio de Medio Ambiente, pues si sólo se computasen los aficionados del Partido Socialista compañeros de la señora Narbona que acuden a los festejos taurinos ya se superaría ese 8 por ciento al que se refiere la ministra. Si hasta la propia Segolene Royal se muestra en Francia partidaria de los espectáculos taurinos, en España no hace muchos días el propio Defensor del Pueblo, el socialista Enrique Múgica, presenciaba una corrida de toros desde el callejón de la nueva plaza de Valdemorillo (Madrid). Los datos que se manejan en el Partido Popular, en concreto los difundidos por el diputado Juan Manuel Albendea, chocan mucho con los presentados por Narbona, quien, casualidades de la vida, es hija de un crítico taurino defensor de la fiesta. Albendea ha dicho que en la pasada temporada acudieron a las plazas de toros 45 millones de españoles, por lo que si sólo es un 8 por ciento, cada aficionado tendría que haber viajado de feria en feria hasta el punto de haber presenciado una media de doce festejos. Es más, los datos que manejan los profesionales taurinos también contradicen la manía persecutoria que parece haberle cogido la ministra a los espectáculos taurinos: en 2006 se celebraron más de dos mil festejos entre corridas de toros, rejones y novilladas. La audiencia de los programas taurinos de televisión también quita la razón a la ministra, pues suelen liderar la franja horaria en la que se emiten, dado el interés que despiertan entre los españoles.