SALUD
La retirada de la ley del vino deja ganadores y perdedores
Por Paula Portas1 min
Sociedad25-02-2007
Un año después de la entrada en vigor de la Ley antitabaco la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, ha pretendido repetir hazaña con el alcohol. Con lo que no contaba la ministra era la fuerte oposición recibida del sector del vino, a la que pronto se sumaron los productores de sidra y cerveza.
Tras el combate, resultaron ganadores los productores de alcohol y como perdedora Salgado. Además quedaron varias preguntas al aire, como si esta ley era realmente necesaria o si era tan negativa como para recibir esa oposición. A juicio de la ministra, la ley era realmente necesaria, pues el problema del alcoholismo tiene un coste sanitario importante, aunque el cálculo no diferencia entre lo que cuesta el tratamiento para adultos y adolescentes. Además, la necesidad de erradicar el excesivo consumo de alcohol entre los jóvenes. Por otra parte, los productores alegan que el vino les da de comer, aunque también son padres y les preocupa el consumo de alcohol en los jóvenes. Así pretenden explicar que no sólo se mueven por intereses económicos, sino también por la necesidad de diferenciar el alcohol del resto de bebidas alcohólicas que se emplean en los botellones, que no son vino y les ofrecen una promoción negativa. No hay que olvidar que España es además el mayor productor de vino de Europa por extensión, el tercer productor de cerveza de Europa y el noveno del mundo. Satisfacción y frustración son las sensaciones que desprende la retirada de esta ley que pretendía erradicar el consumo de alcohol, especialmente entre adolescentes. Pero cuáles son las verdaderas razones del alcoholismo entre los jóvenes. Consumidores y médicos alertan de que la Ley no es la única solución y repiten la necesidad de formación, de atajar el problema desde sus inicios para evitar que los demoledores datos de que la edad de inicio en el consumo de alcohol está en los 13,7 años varíen notablemente. Los padres y la propia sociedad como factores preventivos en el consumo de alcohol y drogas, la educación forjadora de valores en los jóvenes y la reglamentación de venta y consumo de bebidas alcohólicas.