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ITALIA

Romano Prodi, obligado a someterse a un voto de confianza del Parlamento

Fotografía Romano Prodi, después de anunciar su dimisión como primer ministro

Romano Prodi, después de anunciar su dimisión como primer ministro

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional25-02-2007

El primer ministro de Italia, Romano Prodi, deberá someterse a un voto de confianza en el Parlamento para salir de la crisis política en la que le sumergió el rechazo del Senado a su política exterior. Ésta fue la decisión del presidente del país, Giorgio Napolitano, a cuya disposición puso el cargo Il Professore el pasado miércoles, y con la que el jefe de Estado pretende sacar a Italia de la crisis en la que se ha sumergido.

El fuerte varapalo que sufrió Prodi en el Senado el pasado miércoles recuerda inevitablemente a su salida a trompicones de aquel Gobierno que lideró entre mayo de 1996 y octubre de 1998, cuando perdió el apoyo de Rifondazione Comunista y se exilió durante años en las instituciones europeas. Ahora, tras menos de un año de mandato, el Ejecutivo de Il Professore tendrá una segunda oportunidad, lo que, de funcionar, se conoce en Italia como un bis. Ese Prodi bis era “la única solución, no había otra alternativa”, según el presidente italiano, que reunió a todos los grupos políticos por espacio de 40 minutos. De hecho, Napolitano explicó que, tras ese encuentro con todos los líderes políticos, la mayoría de ellos concluyó que unas nuevas elecciones no resolverían la crisis abierta en el Senado, a menos que se modifique la ley electoral, que incrementó la influencia de los pequeños partidos. “Agradezco al presidente la confianza que ha depositado en mí y en la mayoría parlamentaria que me ha sostenido. Me presentaré ante el Parlamento para el voto de confianza tan pronto como sea posible, con el sustento de una coalición cohesionada y determinada a ayudar al país en estos momentos difíciles”, declaró Prodi ante los medios después de su reunión con Napolitano. “En el curso de las consultas, los componentes de la Unión me explicaron la dificultad de su escasa mayoría en el Senado, pero me expresaron su convicción de que podrán garantizar la indispensable unidad y eficacia de la acción del Gobierno en un próximo futuro”, añadió Napolitano. El presidente italiano expresó su confianza en que esa “aproximación” que debe unir a la mayoría parlamentaria de nuevo se produzca en un plazo de tiempo, cuanto menos, breve. Tras una apelación a la reconciliación nacional, Napolitano señaló que “los compromisos internacionales y europeos de Italia y la presión de las necesitadas reformas económicas y sociales, deben hacer confiar y esperar que el país puede ser gobernado durante un creíble y estable periodo”. Prodi parece haber ganado un aliado desde que el miércoles fuese literalmente derribado en el Senado, Marco Follini, de los Demócratas Cristianos, vicepresidente durante el Gobierno de Silvio Berlusconi, que aseguró que “probablemente” apoyaría al primer ministro en un voto de confianza. Hasta el momento, la coalición de nueve partidos de Il Professore sólo mantenía una ventaja de un asiento sobre los partidos de la oposición. La reacción de los partidos de la oposición fue virulenta. El propio Berlusconi acusó a la coalición de centroizquierda de jugar “al mercado de los votos”. Por su parte, Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, consideró que sería una “anomalía democrática” que Prodi regresara al Gobierno sin una mayoría parlamentaria garantizada.