ESTATUTO ANDALUZ
La victoria del ‘sí’ en el referéndum choca contra una abstención de récord
Por Alejandro Requeijo
2 min
España18-02-2007
Exceso de confianza, la coincidencia con los carnavales, el buen tiempo que reinó en toda la comunidad andaluza… La clase política tuvo que recurrir a un carrusel de excusas para tratar de explicar la pírrica participación del electorado en el referéndum sobre la reforma del Estatuto de Andalucía. El 64’7 por ciento de abstención empañó la aprobación definitiva del texto.
La sombra de la baja participación planeó desde el inicio de la jornada electoral. Transcurridas las primeras cuatro horas desde la apertura de los colegios, la abstención rondaba el 80 por ciento. Los temores de la clase política andaluza terminaron por confirmarse cuando, una vez finalizada la consulta, tan sólo un 36’2 por ciento de los andaluces había ido a votar. De este modo, y como sucediera con motivo del referéndum sobre el estatuto de Cataluña, la abstención relegó a un segundo lugar la victoria del ‘sí’ con un arrollador 87’4 por ciento de los votos sobre el ‘no’ que logró un 9’4 por ciento de los sufragios. El nuevo texto autonómico salvó por tanto su último obstáculo de cara a su aprobación definitiva, aunque las formas no fueron las esperadas. Así lo reflejaron la mayoría de líderes políticos en sus discursos nada más conocer los resultados oficiales. El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, justificó la baja participación como un “exceso de confianza” de los andaluces que no vieron peligrar la victoria del ‘sí’. No obstante, el líder socialista se mostró satisfecho porque Andalucía pueda contar con un nuevo texto estatuario. Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se puso en contacto telefónicamente con Chaves para felicitarle por la aprobación de la reforma. Asimismo, la palabra abstención también estuvo en boca de los populares. E líder de la formación en Andalucía, Javier Arenas invitó a los socialistas a hacer una “reflexión profunda” como los impulsores del texto, ya que, a su entender, los datos de participación reflejan que el nuevo Estatuto “no era una demanda de los andaluces”. Tan sólo el Partido Andalucista pareció mostrase satisfecho con la abstención. La formación regionalista interpretó la actuación del electorado como un castigo al presidente de la Junta al que culparon de “no haber sido capaz de movilizar a la sociedad andaluza”. Finalmente, de una manera u otra, a la espera de la firma del Rey y su publicación en BOE, Andalucía tendrá nuevo Estatuto de autonomía. Atrás queda ya el de 1981 que nació con 53’4 de participación, es decir, casi 20 puntos más.