ESTATUTO GALLEGO
Las diferencias sobre el término nación aplazan la aprobación del texto
Por LaSemana.es
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España18-01-2007
De nuevo el término “nación” y de nuevo el PP frente a los socialistas y nacionalistas. Lo único que cambia es el escenario. En este caso ha sido en Galicia donde las diferencias en torno a la denominación de esa comunidad autónoma han aplazado la aprobación de la reforma estatutaria.
De nada sirvieron por tanto las cerca de seis horas de reunión entre los líderes de los tres partido, el presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, el vicepresidente del BNG, Anxo Quintana, y el líder de los populares Alberto Núñez Feijoo. Los tres mantuvieron una cumbre en Santiago para abordar las distintas cuestiones referentes a la reforma tales como la financiación y el estatus de la lengua gallega. No obstante, el mayor obstáculo fue la denominación de Galicia. Touriño presentó su propuesta de considerar a la región como una “nacionalidad histórica”. No obstante, el término no convenció a Feijoo que apostó por una fórmula menos ortodoxa como “Región histórica en el mundo Occidental” una variante en la que se contemplase el “sentimiento nacional de Galicia”. Según explicó el dirigente popular su alternativa “rezuma galleguismo por todos los costados” y ofrece “guiños a los nacionalistas”. Sin embargo estos no lo ven así y las negociaciones han llegado a su fin sin acuerdo. Ahora la “la reforma queda pendiente a que haya un momento político más favorable”, anunció el presidente de la Xunta. Y es que este aplazamiento “indeterminado” se produce según socialistas y nacionalistas por “la crispación y la virulencia política que se está dando en Madrid”. Todo esto después de que el presidente del BNG y vicepresidente del Gobierno autonómico, Anxo Quintana, anunciase que su partido no se iba a “emperrar” con la inclusión del término “nación” en el preámbulo del nuevo estatuto gallego. Y esto es así porque el BNG dice estar dispuesto a todo menos a “una reedición del estatuto de 1981”. El vicepresidente de la Xunta afirmó que su partido tiene “un plan B” preparado y se mostró convencido de que tanto PP como PSOE tienen también los suyos propios.