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LÍBANO

Un tribunal internacional investigará la enésima muerte que apunta a Siria

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura3 min
Internacional26-11-2006

El misterioso asesinato del ya ex ministro de Industria de Líbano, Pierre Gemayel, no es el primer caso de atentado contra líderes políticos en el país de los cedros que apunta hacia Siria. El asesinato el pasado año del antiguo primer ministro Rafik Hariri, contrario a la ocupación del país por parte de Damasco ya evidenció una hipotética participación en el mismo del entorno del presidente sirio Bashar Assad.

Ahora, el objetivo del Gobierno libanés y de Naciones Unidas es concretar esas supuestas conexiones entre Damasco y los diversos atentados que comenzaron con el asesinato por coche bomba de Hariri. Para ello, el primer ministro del país, Fuad Siniora, aprobó la pasada semana la creación de un Tribunal Internacional secundado por la ONU que investigará los ataques sospechosos. La sede del mismo se ubicará en Italia o en Chipre previsiblemente para evitar nuevos atentados contra políticos libaneses. Y es que Gemayel fue asesinado cuando se ultimaban los detalles de la apertura de este tribunal visiblemente temido por Siria. Con la muerte del ex ministro, el número de muertes que serán revisadas por el Tribunal ascenderá a 16 entre periodistas, políticos y demás personalidades que rechazaron la participación del régimen de Damasco en la vida política del país de los cedros. Pero desgraciadamente, consensono es una palabra muy escuchada en lo que a política libanesa se refiere. Y es que el país se muestra fuertemente dividido entre prosimios (chiíes encabezados por Hezbola) y antisirios (drusos, cristianos y suníes). En tanto, la milicia Hezbola ya mostró su rechazo al Tribunal porque la decisión de su apertura fue tomada sin los votos de los ministro chiíes, que dimiteron del Ejecutivo a principios de este mes. Ahora, la decisión del inicio serio de las investigaciones tendrá que esperar la rúbrica del presidente libanés, Emile Lahud, un político prosirio que mantiene expectante a la población. La oposición prosiria no tardará en echarse a la calle para protestar por la apertura del Tribunal. Desde hace semanas la cúpula de Hezbola prepara numerosas manifestaciones por todo el país que, dado el clima de tensión, podrían desembocar en graves enfrentamientos sectarios. Del otro lado, el expresidente Amin Gemayel, padre del malogrado ministro de Industria, clamó tras el funeral de su hijo que “La muerte de Hariri prendió la mecha de la Intifada y ahora la segunda ha comenzado y no cesará hasta llegar a la verdad mediante un cambio total, comenzando por la cabeza, es decir, por la elección de un nuevo presidente (…) la Historia juzgará a Lahud y a sus amigos por las tragedias y los crímenes. Además, en las manifestaciones que siguieron al sepelio del mandatario libanés podrían leerse frase como “Assad no epmuja a una guerra civil” o “somos rehenes de Siria e Irán”, lo que da una imagen clara de la tensa situación que se vive en Beirut. Además, Amín Gemayel desafió a Hezbolá alegando que “no podrá emplear las armas contra otros libaneses dado que destruiría el prestigio ganado tras la guerra contra Israel entre el mundo árabe. Y es que el colectivo antisirio tiene muy claro que Hezbola tratará de conseguir por todos los medios la caída del actual Ejecutivo para evitar la creación de Tribunal Internacional. Lo que es cierto es que de momento, los islamistas están paralizando la política del país dado que siete ministros chiíes (correligionarios no sólo de Hezbola, sino también del otro partido chií, Amal) han dimitido y uno de ellos ha sido asesinado. De producirse otra renuncia, el Gobierno libanés tendría que ser disuelto por falta de quórum.