TOROS

Bombones vestidos de luces

Por Almudena Hernández2 min

Espectáculos26-11-2006

El año nuevo llegará dentro de un mes. Y con el 2007 llegarán también los primeros diseños de carteles de las ferias españolas, las nuevas apuestas por quienes mandarán en el ruedo la próxima temporada y todas esas cosas que les anima la ilusión a la afición aletargada de enero. Pero antes, habrá que tomarse los turrones.

El oro de los alamares del vestido de torear de Enrique Ponce tiene brillo nuevo ante la Navidad. Un spot navideño de la firma de bombones Ferrero Rocher ha lanzado en España una nueva versión publicitaria en la que la esposa del torero valenciano es la protagonista. Paloma Cuevas sustituye a la mismísima Isabel Preysler y, además, prescinde del famoso y popular mayordomo de otras campañas. Ambrosio no está en la tele, pero sí la fiesta, aunque al menos sea en un superficial y estético plano de un vestido de torear y en el programa de TVE Tendido Cero, que parece ser de lo más visto en la caja tonta los sábados a la hora del aperitivo. Menos mal que ciertos maestros piensan en organizar una especie de Operación Triunfo de apoyo a los novilleros. De momento lo está haciendo la Fundación El Juli en Carabanchel, que ha tomado el testigo de la Fundación Joselito. Pero habrá más oportunidades. También gracias a ellas, poco a poco, y pese a las protestas antitaurinas, la fiesta se va ganando más sitio. Algunos, para ello, se empachan de bombones con fino sabor al café americano. De hecho, muchos toreros Fiesta en dulce, agridulce para quienes cambian de cuadrilla, a la americana, para los muchos que torean estos días en los cosos del nuevo continente. Atrás queda la temporada española de 2006 y, un año más con su fin llega la nostalgia. Aunque algunos dicen que los toros ya no son como antes, toreando de salón puede descubrirse que efectivamente tienen razón. Las colecciones audiovisuales permiten desmitificar a aquellos dioses del toreo y valorar más a quienes hoy en día se enfrentan a un toro. Hay que mirar en el futuro y no sólo hay que mirarse el ombligo. La fiesta también se exporta al extranjero. A pesar de los impedimentos, un torero francés le está tocando las narices a la Europa antitaurina con su arte en el ruedo. Ahora, allende los mares, se ha creado una nueva rivalidad: Sebastián Castella-El Juli. Los mejores momentos de la historia taurina siempre fueron de dos. Quizás estemos cambiando de época. Cualquier tiempo pasado no fue mejor. La próxima temporada, de momento, tiene sabor a bombón. Vestido de luces, claro.