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VIOLENCIA ESCOLAR

Rompen la pierna a una compañera porque no tenían "a quién vacilar"

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura3 min
Sociedad05-11-2006

Andrea lleva más de una semana en su casa recuperándose de las agresiones que le causaron tres compañeras de colegio. Tiene rotos el tobillo, la tibia y el peroné, y le da miedo salir de casa. Hacía una semana que las agresoras la perseguían e insultaban después de la clase de primer curso de ESO, en Ponferrada (León).

Por eso, su madre y su primo de 14 años, que también recibió amenazas, siempre iban a buscarla para no dejarla sola a la salida del colegio. Pero ninguno de los dos pudo acompañarla el día de la agresión, en el que sus compañeras (antiguas amigas) la persiguieron, insultaron, tiraron del pelo y empujaron, hasta que no pudo levantarse porque se había roto la pierna. Pidió ayuda a unas personas que pasaban por la calle, quienes la acompañaron hasta un bar cercano, en el que unos médicos la atendieron en el momento y después fue trasladada al Hospital de El Bierzo. Los padres denunciaron la agresión, de la que el hospital ha presentado el parte de lesiones. El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Menores, y por la Inspección de Educación de la Junta de Castilla y León. Además, la Junta ofrecerá asesoramiento jurídico a la familia. El padre de la niña ha declarado que está muy afectada, no quiere volver al colegio y se despierta llorando por las noches. Las agresoras le dijeron que la pegaron "porque no tenían a quién vacilar", porque "le había tocado" y también por "los modelitos" que llevaba. La familia ha solicitado un traslado de centro escolar y se encuentran a la espera de que la Consejería de Educación establezca el ámbito geográfico dentro del que tendrá lugar el cambio. El porqué Ante casos como este, hay quienes buscan respuesta a la pregunta de por qué se produce la violencia y cómo se puede evitar. La violencia en contextos educativos es el objeto de estudio de la Catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense y directora de la Unidad de Psicología Preventiva, María José Díaz-Aguado. Entre las causas que desencadenan la violencia escolar, Díaz-Aguado destaca la exclusión social o el sentimiento de exclusión, la ausencia de límites, la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación, la integración en bandas identificadas con la violencia, la facilidad para disponer de armas y la justificación de la violencia en la sociedad en la que se producen. Éstas causas se combinan con la carencia de algunas condiciones que habrían disminuido el riesgo de padecer la violencia, como modelos sociales positivos y solidarios, colaboración entre la familia y la escuela, contextos de ocio y grupos de pertenencia constructivos, o adultos disponibles y atentos para ayudar. En los centros educativos pueden llevarse a cabo algunas actividades para prevenir estas situaciones y aumentar la conciencia de los estudiantes sobre el daño que ocasiona la violencia. Estas actividades presentan algunas innovaciones respecto a los procedimientos tradicionales, la más importante de las cuales consiste en aumentar el poder y la responsabilidad que se da a los alumnos en su propio aprendizaje, especialmente en las actividades en las que se les pide que desempeñen papeles adultos como expertos en diversas áreas. Así, al tratar al adolescente como si fuera un profesional capaz de prevenir la violencia, y proporcionarle el apoyo y la motivación necesarias, se favorece que descubra el significado que esta tarea tiene para el experto que habitualmente la realiza. Y adquieren las habilidades formales y se apropian al mismo tiempo de sus objetivos: la justicia, la tolerancia y el respeto mutuo.