MEDIO AMBIENTE
Narbona añade propuestas a Kyoto ante la sequía y el cambio climático
Por Paula Portas1 min
Sociedad05-11-2006
A las recomendaciones del Protocolo de Kyoto la ministra de Medio Ambiente española, Cristina Narbona, ha añadido otras para evitar el derroche de los recursos hídricos. El Ministerio ha propuesto que se establezcan diferentes tramos en la tarifa del agua y se grave el consumo cuando supere los 60 litros por persona y día.
Ante los grandes trastornos medioambientales que vive España, la desigual distribución del agua y el imparable cambio climático, la ministra de Medio Ambiente del Gobierno Español, Cristina Narbona, toma medidas. Narbona defendió la aplicación de estas tarifas como medida para lograr desincentivar el consumo excesivo de agua. La iniciativa que quiere implantar Medio Ambiente ya funciona en determinados ayuntamientos, algo que en opinión de la ministra debería ser aceptado de manera común por la legislación. Entre las propuestas de Cristina Narbona destacan otras como que se prevé que los edificios tengan aplicaciones técnicas que faciliten el ahorro de agua, una futura reorganización del Consejo Nacional del Agua y de crear el Consejo Nacional de Aguas. Una reutilización de las aguas depuradas que reduzcan ese estrés del agua que sufren las zonas costeras españolas, que cuentan con una menor capacidad de embalses y presentan un mayor consumo, intentando al mismo tiempo el equilibrar la desigual distribución de los recursos hídricos en España. De forma paralela, se cuestiona si las reducciones previstas en Kyoto serán suficientes para paralizar el calentamiento global y si el coste económico que conllevan estará compensado por el beneficio medio ambiental. En las medidas para alcanzar esa reducción, el ahorro y la eficiencia en el uso de la energía y el transporte, el desarrollo de energías renovables, la adaptación de la agricultura y la ganadería son fundamentales para alcanzar un desarrollo sostenible y lograr una reducción de emisiones. No obstante, todas ellas son consideradas por muchos insuficientes y así reaparece la polémica de la energía nuclear, que se presentaba como una forma de producir energía barata sin emisiones de gases efecto invernadero.