MOTOCICLISMO
Lorenzo alcanza la madurez
Por Marta G. Calderón
2 min
Deportes15-10-2006
Jorge Lorenzo está a un paso de conseguir su sueño: proclamarse campeón del Mundo de 250 cc. El balear ha firmado una temporada brillante aunque con algunos altibajos que hicieron posible el acercamiento de Andrea Dovizioso. Sin embargo, con la tranquilidad y la constancia que le dio el trabajo con su sicólogo, el mallorquín logró sobreponerse. Ahora, cuando resta una carrera para decidir el título, esa fortaleza mental puede ayudarle a conseguir su objetivo.
Jorge Lorenzo nació en Palma de Mallorca hace 19 años, y con sólo tres su padre le regaló su primera moto. Pronto empezó a despuntar y, con 12 años, la Federación Española de Motociclismo le concedió una licencia especial para participar en el Campeonato de España. Poco a poco comenzó a dar muestras de su talento y ello le llevó al Mundial de forma precoz. Lorenzo debutó en Jerez con 15 años recién cumplidos, en el equipo Derbi de 125 cc. y se convirtió en el piloto más joven en disputar una prueba del Mundial. El mallorquín consiguió su primera victoria en Brasil en el año 2003. Tras dos temporadas en el octavo de litro, en las que consiguió subir al podio en varias ocasiones y venció hasta cuatro veces, dio el salto de cilindrada y debutó en 250 cc. con Honda. Con la marca japonesa, Lorenzo subió seis veces al podio y se mostró como uno de los pilotos más rápidos, pero su fogosidad –protagonizó varios enfrentamientos verbales fuera de los circuitos- en la moto le hizo cometer algunos errores y no pudo evitar que Dani Pedrosa revalidara su título en esa categoría. Finalmente fue quinto en la general y fichó por Aprilia, de la mano de Dani Amatrain. Esta temporada se ha evidenciado un cambio de carácter en el balear, mucho más calmado y menos efusivo ante los micrófonos. Ello, en buena parte, se ha debido al trabajo con su sicólogo al principio de la temporada, aunque luego dejó de trabajar con él. Lorenzo comenzó con victorias en Jerez y en Qatar, pero las cosas se torcieron en Francia –donde fue cuarto- y en Turquía –en la primera curva, Suhei Aoyama se tocó con él y se fueron al suelo. A partir de ahí, llegaron la presión, los problemas y el acercamiento de Andrea Dovizioso, pero Jorge supo enfrentarse a la mala racha con madurez y tranquilidad. El de Aprilia volvió por el camino de la victoria en el Gran Premio de Holanda, donde se mostró muy superior al resto de pilotos. En la última carrera, en Portugal, tuvo en sus manos sentenciar el título, pero la fortuna le dio la espalda. Con todo, la ambición, el carácter, la valentía y su enorme talento le han llevado, cuando sólo resta una prueba para concluir el campeonato, a rozar con la yema de los dedos el preciado premio.