ESTUDIO
Los españoles, entre los más infelices de la OCDE
Por Elena R. Blázquez2 min
Sociedad15-10-2006
Salud, trabajo, unas buenas relaciones sociales, un medioambiente en buen estado o la confianza que inspira el gobierno, son algunos de los ingredientes necesarios para que los habitantes de un país consigan su bienestar. Para muchas personas la felicidad no sólo se mide en euros.
Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, llamado Medidas alternativas del bienestar, desvela que la medida tradicional de la felicidad en los países -el PIB per cápita- no es un buen indicador, por sí solo, de la auténtica satisfacción de sus habitantes. Primero, porque para valorar las cifras económicas no se tienen en cuenta las circunstancias de las personas que reciben el dinero, ni el reparto de la renta en los hogares, como tampoco se cuentan los intercambios externos al mercado. Y segundo, porque el dinero, como dice el refrán, no da la felicidad. Así, los datos monetarios deberían completarse con otros datos más humanos, como la educación, la salud, la satisfacción en el trabajo, el disfrute del tiempo libre, unas buenas relaciones sociales y familiares, o la calidad del gobierno, entendida ésta como la capacidad de los ciudadanos para controlar sus vidas. También el medio ambiente influye en la felicidad, no sólo las tierras y minerales que pueden ser traducidos en dinero, sino también por las funciones esenciales para el ser humano que proporcionan los ecosistemas. A través de una encuesta mundial de valores, se comparan los ingresos per cápita con la felicidad expresada por las personas, y se llega a la conclusión de que la relación entre bienestar material y felicidad personal es muy alta, pero no absoluta. La felicidad de los españoles obtiene siete puntos, en una escala entre cero y diez, y representa el puesto 17 entre los 27 países de la OCDE que se han analizado en este estudio; Islandia encabeza ésta lista de los más felices. Así que seguramente sus habitantes, según la OCDE, sonríen más, resisten mejor el estrés, sufren menos depresiones y vivirán más tiempo.