ESTADOS UNIDOS
Los servicios secretos creen que la invasión de Iraq fortaleció a Al Qaeda
Por Luis Miguel L. Farraces2 min
Internacional01-10-2006
Los servicios secretos norteamericanos creen que “la invasión de Iraq en 2003 ha generado un importante resentimiento en el mundo musulmán” y “ha facilitado a las redes de terrorismo islamista reclutar más simpatizantes” ante un enemigo común, Occidente. Este arranque de sinceridad viene recogido en la conclusión de un polémico informe desclasificado parcialmente la pasada semana.
El polémico informe, “Tendencias en el Terrorismo Global: Implicaciones para Estados Unidos” puso de manifiesto la pasada semana la relación entre la Guerra de Iraq de 2003 y el ascenso del terrorismo de corte islamista liderado por Al Qaeda en los últimos años. Según el documento, la invasión de Iraq se ha convertido en el nexo común de “una nueva generación de líderes y operativos terroristas” que tras el conflicto “han visto facilitada su tarea de reclutar más simpatizantes contra Estados Unidos y sus aliados”, unas conclusiones muy similares a las alcanzadas por un grupo de expertos de Naciones Unidas reflejadas la pasada semana en otro escrito. Además, el documento presenta los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2001, y de Londres del 7 de julio de 2005, como consecuencias inmediatas de la intervención armada en Iraq. Las 16 agencias de seguridad que realizaron conjuntamente el estudio analizaron también la evolución de las estructuras de los grupos extremistas islámicos en los últimos años. Al parecer, las células terroristas tienden a la descentralización, manteniendo muy pocos nexos entre unos grupos y otros. Esta diáspora ha comenzado a dificultar la tarea de identificar células islamistas antes de la perpetración de nuevos atentados en Occidente, y se ha convertido en la mejor estrategia de los terroristas para conseguir entrar en los países objetivo. Los espías norteamericanos advierten además de que diversos grupos extremistas suníes en Oriente Próximo y en el norte de África “están mejorando sus medios para poder realizar ataques contra países occidentales” que en la actualidad se encuentran “fuera de su área de operación.” Uno de los ejemplos que cita el informe en relación a este tema es el de la organización norteafricana Ansar al Sunnah, responsable del atentado frustrado contra la línea férrea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla en abril de 2004. Críticas de la oposición demócrata La que ha sido la primera declaración conjunta de todas las agencias de seguridad norteamericanas desde la invasión de Iraq ha levantado las críticas de la oposición demócrata al Gobierno de George W. Bush. En primer lugar, los demócratas han visto confirmadas sus tesis de que la intervención contra Sadam Hussein ha distraído “recursos y atención” de la verdadera lucha antiterrorista. Según el senador demócrata, Harry Raid, esta es la mayor prueba de cómo “las tácticas fallidas del presidente norteamericano en Iraq alimentan poco a poco al terrorismo global.” Pese a todo, los servicios secretos estadounidenses aceptaban que “una derrota total de los terroristas en Iraq propiciaría un descenso de los combatientes internacionales inspirados en los logros de las células de Al Qaeda en el país árabe. Además, los demócratas han exigido al Gobierno que desclasifique el informe completo, ya que tan sólo se han hecho públicas 3 de las 30 páginas del escrito, a lo que el Ejecutivo ya ha contestado que no accederá para “no poner en peligro la seguridad de la nación”.