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RELACIONES EXTERIORES

La cumbre sobre inmigración enfrenta a Zapatero y Sarkozy

Por Enrique García GarcíaTiempo de lectura1 min
España29-09-2006

Madrid ha acogido estos días la cumbre de los ocho países de la Unión europea con costa mediterránea para tomar decisiones sobre el ámbito de la masiva inmigración irregular que sale de África.

Se trataba de buscar fórmulas para implicar al conjunto de la Unión en la resolución del problema. Al final han decidido pedir a los socios europeos la creación de una Red Europea de Patrullas Costeras, con equipos mixtos que incluyan a los países de origen de la inmigración, y reclamar su ayuda para la acogida y asistencia de los irregulares que llegan a sus costas. Los países mediterráneos también han acordado no llevar a cabo regularizaciones masivas a partir de esta cumbre. Sin embargo hay otro hecho que ha marcado la cumbre: el desacuerdo surgido entre el presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero y el primer ministro francés, Nicolás Zarkozy. Todo comenzó durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, criticó la política de inmigración de Ejecutivo apoyándose para ello en el "sinfín" de reproches venidos desde países de la Unión Europea, citando a los ministros del Interior de Alemania, Francia, Holanda, Austria y Francia. El presidente Zapatero replicó a esto que si se pretendía poner a estos países como ejemplos de políticas de inmigración viables, resultaba difícil "después de lo que hemos visto en los barrios de París". Sarkozy, sintiéndose aludido por el comentario, se limitó a declarar ante los periodistas en Madrid que él "no da lecciones a nadie pero tampoco le gustan que se las den". Posteriormente el premier galo evitó polemizar más sobre el tema, pero lo cierto es que abandonó la cumbre antes de tiempo. Ese mismo sábado, fuentes oficiales aseguraron que el entuerto ya se había solventado, así como las diferencias sobre la inmigración entre ambos dignatarios, tras sostener una conversación telefónica directa durante media hora.