ORIENTE PRÓXIMO
Hamas y Al Fatah pactan un gobierno palestino de unidad nacional
El presidente de Palestina, Abu Mazen
Por Salva Martínez Más3 min
Internacional17-09-2006
Antes de que comenzara la semana pasada, Sami Abu Zuhri, el portavoz de Hamas, el partido islamista en el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), aseguraba que se habían logrado “grandes progresos” en lo que respecta a una posible formación de un gobierno que incluya a islamistas palestinos de su formación política y a laicos de Fatah, el partido del presidente de la ANP, Mahmoud Abbas.
Tanto es así, que el lunes pasado se anunció un acuerdo que hace posible que Hamas y Fatah se repartan las tareas de gobierno. El primer ministro palestino, Ismail Haniya explicó que el buen final de las negociaciones se debió a la existencia de “una voluntad real de alcanzarlo en favor del interés superior del pueblo palestino”. De hecho, de las negociaciones previas al compromiso entre Fatah y Hamas ha surgido “un programa político de unión nacional”, según lo expresaba el propio presidente palestino, Mahmud Abbas. “En los próximos días comenzaremos a formar un nuevo gobierno”, añadió. A finales de la semana pasada, aún no se conocían los nombres de quiénes formarán parte de un gabinete de Gobierno que ha liderado hasta la fecha Hamas, el partido vencedor en las elecciones legislativas celebradas en enero de 2006. Lo que sí parece claro es que una de las razones claves que explican este acuerdo es la incapacidad que ha acusado el gobierno islamista desde que entrara en el poder. El pasado mes de abril, poco después de que Haniya se hiciera responsable del nuevo gabinete de Gobierno palestino, los miembros del Cuarteto, el grupo a favor de la firma de un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto israelí-palestino que forman EE.UU., la UE, Rusia y la ONU, cancelaron sus ayudas financieras al Gobierno palestino hasta que Hamas no rechace la violencia, reconozca el derecho de Israel a existir además de reconocer los acuerdos que firmados anteriormente entre palestinos e israelíes. Israel puso las mismas condiciones antes de entregar los 50 millones de dólares mensuales que el Estado israelí cobra - y que debe ceder a la ANP - en materia de impuestos a los ciudadanos palestinos que exportan bienes fuera de los territorios ocupados. Este boicot ha puesto entre la espada y la pared al gabinete de Haniya. El Banco Mundial asegura que, a finales de 2006, el PIB palestino habrá bajado 27 puntos porcentuales respecto del ejercicio anterior. En la Franja de Gaza, la situación es peor. Desde que tres milicias palestinas, entre ellas el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedine Al Qassam, atacaran en junio un puesto fronterizo israelí que separa la Gaza de Egipto, secuestrando además a un soldado israelí, la presión que Israel comenzó a ejercer desde un punto de vista financiero contra el Gobierno palestino se ha convertido en una campaña de repetidas acciones militares en Gaza y Cisjordania y de arrestos de militantes de Hamas, incluso cuando estos son ministros o parlamentarios palestinos. De resultas, el gobierno de Hamas ha estado completamente impedido. La pobreza no ha dejado de crecer en los territorios palestinos y la ley y el orden prometidos en la campaña electoral siguen sin estar presentes ni en Cisjordania y aún menos en Gaza. John Ging, director de la agencia de Naciones Unidas para la ayuda a los refugiados, aseguraba la semana pasada que en Palestina “todos los elementos de una existencia civilizada se han derrumbado”. Así las cosas, la construcción de un gobierno de unidad nacional, será, en realidad, la reconstrucción de un gobierno creíble. La UE apoya al nuevo gobierno, Israel advierte y EE.UU. mantiene el status quo El posicionamiento de las potencias internacionales es clave para el futuro del nuevo gobierno de unidad palestino. La Unión Europea manifestó el viernes de la semana pasada su intención de apoyar al gobierno de unidad nacional. Pero Israel ha dejado un mensaje menos esperanzador. De hecho, la ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, se ha dedicado a poner aún más condiciones. Si en lugar de hacer que el Ejecutivo acepte las condiciones de la Comunidad Internacional, Abbas “decide unirse a un gobierno de terroristas, creo que vamos a tener un problema”, dijo Livni. En lo que respecta a EEUU, en la Casa Blanca no mueven ficha en el Próximo Oriente. “La política estadounidense en lo que respecta a Hamas no ha cambiado. Es poco probable que lo haga, a menos que Hamas cambie fundamentalmente”, explicó el lunes pasado Tom Casey, el portavoz de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.