Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MEDIO AMBIENTE

La cumbre de Marrakech intenta definir el Protocolo de Kioto

Por Aarón AbadTiempo de lectura1 min
Sociedad29-10-2001

La VII Conferencia de las Partes del Convenio de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Marrakech pretende que se desarrolle el protocolo de Kioto contra la contaminación del Planeta. Estados Unidos, el principal emisor mundial de dióxido de carbono (CO2), puso trabas a este protocolo porque reduciría la expansión económica del país.

España tiene que atender a su propia legislación y a su vez impulsar la propuesta por la Unión Europea, que presidirá el primer semestre de 2002. Su misión será la ratificación del protocolo de Kioto por parte de la Unión Europea y que la Comisión Europea apruebe las medidas del Programa Europeo contra el Cambio Climático. Está previsto que en el verano del 2002 el Congreso ratificará el protocolo. Ya se alcanzaron algunos acuerdos el pasado mes de julio, pero es necesaria una mayor precisión. Quedaron en el aire puntos como la financiación, especialmente la de los países en vías de desarrollo que precisan apoyo económico para no contaminar y poder mantener su proceso evolutivo. Existen mecanismos de flexibilidad para resolver dos problemas, el de la financiación y el de la reducción de gases. Los países que más gases de efecto invernadero desprenden a la atmósfera podrán comprar cierta cuota a los que tienen una menor emisión. Esta cuota nunca podrá ser superior al diez por ciento de lo que se tiene que reducir. Existen algunas sanciones para evitar el incumplimiento del Protocolo pero los sectores ecologistas las consideran insuficientes y muy blandas. Consisten en una mayor reducción de la cuota de emisiones permitida para aquellos países que se excedan además de prohibirles las medidas de flexibilización. En cualquier caso, el primer escalón que hay que subir es la ratificación del protocolo de Kioto. A pesar de haberlo aceptado, Estados Unidos dio marcha atrás cuando George W. Bush llegó al poder. El presidente estadounidense argumentó que la reducción que se le pedía influiría de forma negativa en su industria y por tanto en su economía. Estados Unidos es el país más contaminante del mundo.