PERIODISTAS
Un presentador venezolano recibe constantes amenazas de muerte
Por Silvia Álvarez-Buylla2 min
Comunicación10-07-2006
“Cómo ser mujer y no morir en el intento”. Pero en lugar de mujer, el titulo debería llevar un “periodista” explícito. Ese sí que podría ser el encabezado de una versión de la película dirigida por Ana Belén y protagonizada por Carmen Maura en la que lo central sería la supervivencia de un periodista en medio de la vorágine de los que no quieren que se informe con libertad.
Ser periodista se ha convertido en una profesión de riesgo. Así lo demuestran las constantes amenazas de muerte, agresiones y peligros que sufren los informadores en las distintas partes del mundo. Unos porque están en una zona en guerra, pero otros, porque aún estando en su país, tienen a sus propios enemigos en “casa”. Muchos periodistas se dejan la vida cada año con un micrófono en mano, con un lápiz en el bolsillo o con la cámara enfocándoles. Uno de los últimos afectados por la pérdida de la libertad de prensa es un presentador de televisión del canal venezolano RCTV. Su nombre es Miguel Ángel Rodríguez, dirige el programa “La Entrevista” y lleva dos meses siendo el blanco de amenazas de muerte por teléfono y por Internet, dirigidas a su persona y a su entorno. El periodista ha manifestado que le siguen por la calle y que en una ocasión le abordaron dos individuos que le mostraron armas de fuego. ¿La razón de estas amenazas? Rodríguez presenta uno de los programas más polémicos del país latinoamericano en los que lo único que hace en cada emisión es ejercer su derecho a expresarse libremente. La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) muestra su preocupación ante este hecho y espera que, "además de concederle (a Miguel Ángel) la protección que se impone, la justicia federal abra rápidamente una investigación y sancione a los autores de las amenazas". Aunque RSF no ignora “las controversias suscitadas por el programa de Rodríguez” afirma que “estar en desacuerdo con el periodista no autoriza a amenazarle de muerte”. Por desgracia, la situación de Miguel Ángel no es un caso aislado en Venezuela. En este mismo país la libertad de prensa ha estado coartada en varias ocasiones. Por ejemplo, RSP ha denunciado en 2006 el sabotaje dirigido contra el diario El Correo del Caroní y el asesinato del director del semanario Ahora en Caracas. Asimismo, el último informe de esta organización que recoge los datos del 2005, expone que en este año, 63 periodistas murieron -24 de ellos en Iraq-, más de 1.300 fueron agredidos o amenazados y 807 fueron detenidos. El 2005 no fue una buena época para los profesionales de la comunicación. El año comenzó con el secuestro de Florence Aubenas, enviada especial en Irak del diario francés Libération, y de su guía Hussein Hanoun y continúo con el de Guiliana Sgrena, Marie-Jeanne Ion o Sorin Dumitru Miscoci. Todos ellos fueron, más tarde, liberados. Pero algunos no corrieron su misma suerte. Samir Kassir y Gebrane Tuéni, dos de las principales firmas del diario An.Naha, y el presentador de televisión iraquí, Abdalá al-Jaldi, fueron algunos de los que se dejaron la vida informando o de camino a hacerlo.