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EMPRESAS

Muere el creador y destructor de Enron

Por Javier de la FuenteTiempo de lectura1 min
Economía07-07-2006

Keneth Lay era el representante del sueño americano. Sus orígenes eran humildes; sin embargo, su habilidad para las relaciones públicas y los negocios le permitió hacerse un hueco al lado de los más grandes. Levantó un imperio energético y la codicia le llevó a hundirlo. Esperaba conocer el número de años que tendría que pasar en la cárcel, pero un infarto de corazón terminó con su vida.

De la nada pasó al todo. Antes de que se destapara el escándalo de Enron, era amigo personal de la familia Bush. Siempre supo rodearse de los mejores. Con dinero de su bolsillo financió parte de las campañas electorales de los Bush. En su círculo de amigos le llamaban Keny Boy. Ese círculo se redujo considerablemente cuando, a finales del año 2001, se destapó el que sería hasta entonces el mayor escándalo financiero de la historia de los Estados Unidos. Antes de declararse en bancarrota, Enron era la séptima mayor compañía de los Estados Unidos. Sus resultados eran espectaculares; sin embargo, las cuentas reales de la compañía salieron a la luz: se habían ocultado miles de millones de euros en deudas. Se iniciaba entonces una investigación y un proceso judicial contra los dos máximos responsables de la bancarrota de la eléctrica: su fundador, Keneth Lay, y el ex consejero delegado Jeffrey Skilling. Lay fue declarado culpable de los seis delitos que se le culpaban mientras, que Skilling fue acusado de 19 de los 28 cargos que se le imputaban. El jurado consideró que mintieron sobre los problemas financieros que llevaron a la empresa a la quiebra. Lay no podrá escuchar el próximo 11 de septiembre la condena que le iba a imponer el juez. Se enfrentaba a un máximo de 45 años de prisión. El que sí que tendrá que escuchar su pena y cumplirla será Jeffrey Skilling. En total, puede hacer frente a 185 años de prisión.