REFERÉNDUM
Rajoy se aferra al escaso respaldo mientras Zapatero le resta importancia
Por Alejandro Requeijo
2 min
España18-06-2006
El presidente del Gobierno y el líder de la oposición mantuvieron su habitual enfrentamiento en torno a la reforma del Estatuto de Cataluña. Tras conocer los resultados definitivos de la consulta, José Luis Rodríguez Zapatero animó a Marino Rajoy a “dejar a un lado el enfrentamiento, aceptar los resultados y sumarse al progreso”.
“El distanciamiento es una postura del pasado, hoy se termina el proceso, por lo tanto no pueden seguir estando un paso por detrás”. El líder del Ejecutivo dedicó estas palabras al presidente del Partido Popular instantes después de conocer los datos definitivos de la consulta. Zapatero restó importancia a la baja participación “teniendo en cuenta los resultados del resto de referéndums” y se felicitó por que “tres de cada cuatro catalanes” apoyasen la reforma. Subrayó el “civismo y la normalidad” como las notas más destacadas de la jornada e hizo un llamamiento a trabajar en la “cooperación” entre el Gobierno central y el catalán. Terminó su exposición afirmando que “el proceso de reformas estatutarias que estamos viviendo responde a una intención de acercar el poder a los ciudadanos”. Mucho más contundente y menos conciliador en sus afirmaciones estuvo el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. De él salió la primera reacción de la jornada y fue el único que destacó el “amplio respaldo a la consulta”. Fue más allá al asegurar que “si hay algún perdedor esos son los dirigentes del PP y su estrategia”. Además aseguró que “si el referéndum se enfocó como una disputa entre Rajoy y Zapatero, Rajoy había perdido y Zapatero había ganado”. Muy distinto lo ve el líder de los populares, Mariano Rajoy, quien aseguró que su formación va a “utilizar todos los argumentos políticos y jurídicos que estén a nuestro alcance” para impedir la puesta en práctica del texto. Insistió en que “este proceso es un disparate en el que Zapatero se ha empeñado durante más de dos años”. Rajoy interpretó la baja participación como “una muestra de que los catalanes no le han respaldado y le han rechazado su proyecto. Se trata del estatuto con más rechazo de la democracia". “Las grandes operaciones no se pueden hacer sin consenso y por la decisión de un sola persona”, sentenció.