MÉXICO
Los últimos sondeos dan a López Obrador como nuevo presidente
Por Marta Aguilera Jiménez
4 min
Internacional18-06-2006
Las elecciones a la Presidencia de México se celebrarán el próximo 2 de julio. Las últimas encuestas centran la disputa de poder entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con el 34,2 por ciento de los votos y el Partido de Acción Nacional (PAN) con el 31. Un puesto por debajo, se sitúa el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el 29.6 por ciento de los votos.
El resultado de los comicios es crucial para determinar la inclinación hacia las tendencias izquierdistas en América Latina. De momentom se plantean interrogantes sobre el tipo de gobierno que presenta el líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador, y si éste será compatible con la izquierda moderna de Chile o con el liderazgo de Hugo Chávez en Venezuela. Por otro lado, las dudas también salpican al candidato del PAN, Felipe Calderón, en lo referente al pacto laico sobre la necesaria separación entre moral pública y la moral privada. Felipe Calderón centró sus promesas electorales en el empleo, en la promoción de las mujeres y en los continuos ataques a su principal rival, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. También se comprometió con el bienestar de campesinos e indígenas, con el cuidado del medio ambiente, la ayuda al campo, escuelas bilingües y apoyo al turismo rural. Aseguró en uno de sus mítines saber “del abandono y el desprecio que ha habido durante décadas a las comunidades indígenas y rurales”. Ha sido acusado de tráfico de influencias y tiene fama por su entreguismo al capital extranjero, especialmente en materia petrolera y eléctrica. Propone un gobierno de unidad nacional si gana las elecciones. Todo ello representa la continuidad del anterior presidente, Vicente Fox, quien ya ha manifestado su apoyo. El candidato del PRD, el ex alcalde de la capital mexicana Andrés Manuel López Obrador, intentó conquistar el voto de los indígenas en Chiapas, uno de los estados más pobres. “La preferencia la van a tener los pobres y los humildes de la República”, prometió López Obrador a unos 4.000 indígenas tzotziles congregados en Zinacatlán, Chiapas. En caso de ganar las elecciones, el líder izquierdista dijo que respetará los usos y costumbres indígenas y que mejorará sus condiciones de vida. Su política está en la línea moderada del brasileño Lula, aunque sus rivales lo señalan como “el peligro chavista”. De izquierda, pero sin representar en su programa peligro alguno para el capital privado, el candidato del PRD promete colocarse al lado de los pobres. López Obrador apuesta por bajar los sueldos de los altos cargos para ayudar a financiar proyectos de reformas sociales. Promocionará planes productivos para el campo, el turismo, las infraestructuras y la modernización del sector energético. Optimista, dice que México debe “aprovechar la globalización y no sólo padecerla”. En uno de los debates durante la campaña electoral, Calderón cargó contra López Obrador acusándolo de ser un peligro para la economía mexicana por sus propuestas populistas irresponsables. Por su parte, el líder del PRD respondió con la acusación al cuñado del candidato oficialista (Felipe Calderón) de haberse beneficiado con importantes contratos de gobierno y de evadir impuestos mientras su familiar era ministro de Energía. Estas acusaciones se han convertido poco a poco en el eje central de una campaña electoral envuelta en anuncios publicitarios y declaraciones de los candidatos atacándose entre ellos. Repercusión económica La banca española es uno de los sectores que más atención presta al resultado de los comicios mexicanos. En México, el Grupo Santander, a través de su filial Banif, tiene una cuota de mercado del 16 por ciento. En 2005, el banco presidido por Emilio Botín registró en la nación azteca un beneficio neto de 376 millones de euros, un 6% del total de las ganancias obtenidas durante ese año. Por su parte, el BBVA, que está presente en el país con Bancomer, tiene una cuota de mercado del 32,9 por ciento, y el año pasado, su beneficio ascendió a 1.191 millones, un 30 por ciento con respecto al total. Para atenuar calmar tensiones y tranquilizar a los empresarios, el máximo responsable de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias, aseguró que “no hay temor en el sistema bancario con respecto a las elecciones mexicanas”. En una reunión con periodistas aseguró que “la democracia mexicana funciona bien”. En este sentido, restó importancia a la posibilidad de que López Obrador, con un programa de izquierda moderada, se convierta en el relevo de Vicente Fox. Vicente Fox, actual presidente de México, transmitió tranquilidad a los inversores españoles. Señaló que gane quien gane en las próximas elecciones, las inversiones de las empresas y bancos españoles en el país están aseguradas y defendidas por la legislación. Fox hizo estas declaraciones en un encuentro con periodistas españoles y representantes de la aseguradora Mapfre-Tepeyac, donde recordó que el Ejecutivo mexicano está obligado por sus leyes a mantener los acuerdos existentes. En su opinión, tanto si gana el candidato de su partido (PAN), Felipe Calderón, como si gana el del PRI, Roberto Madrazo, el sistema es estable y está en crecimiento. El dirigente mexicano añadió que los bancos españoles presentes en México están fortaleciéndose pese a lo perdido en otras zonas de Latinoamérica.