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El rey defiende que España es “una” y propone el “nuevo patriotismo”

Por Amalia CasadoTiempo de lectura1 min
España25-10-2001

En Utrecht, Holanda, con el recuerdo de la Gibraltar perdida y los ecos del ataque a las Torres Gemelas de fondo, el rey Juan Carlos honró la memoria de los que hicieron posible la transición en España, invitó a asumir que ya no hay Españas enfrentadas y a trabajar en lo que llamó “nuevo patriotismo” como fuente de la España moderna que inauguró su proclamación como monarca.

“Sólo existe una España: la construida por todos los españoles en estrecha solidaridad”. El discurso de Don Juan Carlos en Utrecht es una novedad en lo que a la interpretación de la transición española a la democracia se refiere. Don Juan Carlos afirmaba: “En el rescoldo de fracaso que supuso la división entre los españoles durante parte del siglo XX nació una nueva conciencia que nos capacitó para asumir nuestra historia y, también para entender que sólo existe una España, la construida por todos los españoles en estrecha solidaridad. Este nuevo patriotismo proclama que todos caben y que son necesarios cualquiera que sean sus creencias, sus orígenes o sus opiniones. Ésa es la España moderna cuya construcción se inicia desde mi proclamación como Rey de todos los españoles”. Recordó al pueblo español, “verdadero artífice” del cambio democrático, y a personalidades como Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda. Proclamado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Utrecht, el rey lamentaba el “triste protagonismo” del terrorismo como “la más genuina y reprobable expresión del totalitarismo”. En el contexto internacional marcado por el atentado contra las Torres Gemelas, en el más cercano contexto europeo, donde se ha producido esta semana pasada el desarme del IRA, y en el ámbito del Estado español, marcado por una progresiva pero accidentada consolidación del estado de las Autonomías, las palabras del monarca eran reveladoras. Cabe destacar el giro formalmente novedoso del discurso del rey, que ponía el acento en la unidad de España y no, como era habitual, en la pluralidad de ésta. Una originalidad que no enfrenta ambos enfoques y más bien propone hacerlos compatibles en un momento en el que se refuerzan las propuestas separatistas de algunas Comunidades Autónomas.