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LIBERTAD DURADERA

La llegada del Ramadán y el invierno aceleran los bombardeos

Por Cristina Guerrero Tiempo de lectura1 min
Internacional28-10-2001

El Ramadán es el mes del ayuno y de reflexión espiritual para los musulmanes. Una religión que cuenta con cerca de 1.200 millones de fieles extendidos por todo el mundo.

La llegada del Ramadán supone acelerar los ataques y demoler los objetivos cuanto antes. El respeto por parte de EE.UU. a este mes es crucial pues países como Pakistán e Indonesia son mayoritariamente musulmanes y el ataque a su religión podría ocasionar levantamientos populares. En dos de ellos han muerto 18 personas al ser atacadas iglesias católicas paquistaníes. Otro riesgo es la entrada del invierno. La orografía de Afganistán es difícil debido a sus montañas, depresiones y otros accidentes geográficos. En toda guerra el factor climatológico es fundamental. Sólo hace falta mirar al pasado y ver el fracaso del Ejército alemán en la URSS durante la Segunda Guerra Mundial y el de los soviéticos en Afganistán. La preocupación por este hecho se puede observar en el número de aviones utilizados en las últimas semanas, que rondan los 90, mientras que en los primeros días no sobrepasaban los 20. Los objetivos se centran especialmente en Shomali, donde se encuentran los talibán atrincherados a poca distancia de la Alianza del Norte. EE.UU. ha prestado armamento a esta guerrilla y confía en su conocimiento del terreno para lograr los objetivos marcados. Durante la semana pasada se alcanzaron campos de entrenamiento de terroristas, centros de mando y control de las fuerzas talibán e instalaciones con armamento militar.