PREMIO LITERARIO
Se concede el Premio Nacional de Literatura Dramática a Jesús Campos
Por Andrés Cubero Muñoz2 min
Cultura22-10-2001
De la era de Internet y las redes de comunicación ha surgido una obra, Naufragar por Internet, que hace referencia al desasosiego que genera el exceso de información, según explica su autor, Jesús Campos.
"Es un monólogo dialogado, discutido, en el que ese exceso de informaciones que te ocultan todavía más datos es lo que provoca la angustia. Los seres humanos somos una suma de informaciones. En definitiva, es un naufragar en esa maraña”, afirmó Jesús Campos. Entre los miembros que conformaron el jurado del premio, dotado con dos millones y medio de pesetas, se estaban Gregorio Salvado, Domingo Miras, Julia Barella, Ignacio Arellano, Josep María Benet, Javier Villán, Mauro Armiño, Aizpea Goneaga y Fernando de Lanzas, director general del Libro, que desempeñó el papel de presidente del grupo. Éstos, fallaron el pasado día 23 de Octubre a favor de Campos. El galardonado recibió la buena noticia cuando estaba reunido en el Ministerio de Educación para tratar sobre el Plan General de Teatro. Otros finalistas candidatos al Premio eran Santiago Martín Bermúdez con Tiresias y Alberto Miralles con Cuando las mujeres no podían votar. Jesús Campos, natural de Jaén, posee a sus espaldas una extensa carrera en materia teatral. En 1974 se alzó con el Premio Lope de Vega por su obra 7.000 gallinas y un camello. Un año después le otorgaron el Premio Carlos Arniches por Es un nicho amueblado. Entre otras obras suyas cabe destacar A ciegas, que se estrenó en el Festival de Otoño de Madrid en 1997; Triple salto mortal con pirueta y Blancanieves y los siete enanitos gigantes. Campos, que es el presidente de la Asociación de Autores de Teatro, expuso su rechazo al hecho de que se busquen obras de teatros en el extranjero en vez de recurrir a producciones nacionales por miedo al fracaso: "Prestan más atención a un estreno de Shakespeare o de Wilson , apuestan al caballo ganador". La obra galardonada narra cómo el protagonista termina ahogado por 75 kilómetros de cable y pide como último deseo ser enterrado en un CD-ROM.