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Eibar, escenario de la actualidad terrorista

Por Mª Jesús TorresTiempo de lectura1 min
España23-10-2001

Primero fue el núcleo del comando Donosti, cuyos miembros fueron detenidos hace dos semanas. Un poco después, los detenidos eran tres colaboradores de ETA, encargados de facilitar información. Ante el juez, todos ellos se han convertido en los informadores de las fuerzas de seguridad, que ahora saben que el comando Aranba planeaba atentar con un coche bomba contra el concejal socialista en el Ayuntamiento de Eibar José Luis Vallés Melero.

A esta conclusión llegó el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, después de tomar declaración a los dos liberados a sueldo del comando Aranba, Luis Mariñelarena y Roberto Lebrero, y de otros cuatro detenidos. Gracias a los documentos intervenidos, también descubrieron que tenían a concejales y políticos de relevancia entre sus objetivos. El juez ordenó el ingreso en prisión incondicional de Mariñelarena, Lebrero, Ángel Murgoitio, Asier Altuna e Iñaki Ibaibarriaga. Dos días más tarde, ingresaban en prisión tres detenidos el pasado viernes en Eibar (Guipúzcoa) por su presunta colaboración con los anteriores. Ricardo Aranburu, María Simone Begiristain formaban el presunto comando de información Zuhatza (árbol) y Julen Eregaña actuaba en solitario haciendo otras labores de información. A los dos primeros se les acusa de delitos de conspiración para el asesinato terrorista, ya que habían facilitado informaciones sobre varios políticos y un profesor de la Universidad del País Vasco. Al tercero se le acusa de colaboración con banda armada y de cuatro delitos de conspiración para el asesinato terrorista. Eibar también fue el escenario, el pasado lunes, de un Pleno extraordinario en su Ayuntamiento en el que concejales y vecinos acabaron enfrentándose por un texto de Gestoras Pro Amnistía en el que manifestaba su apoyo a los tres detenidos por presunta colaboración con ETA. Durante la sesión, los insultos entre unos y otros fueron continuos. El Ayuntamiento en Pleno rechazó la moción presentada por Batasuna, tras una hora y media de intenso debate. Batasuna pedía al Consistorio que adoptara "el compromiso de hacer un seguimiento directo" de la detención de los tres presuntos activistas aportando "los medios que sean precisos", incluso los gastos derivados de los arrestos.