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MALOS TRATOS

Más de 1.300.000 mujeres, acosadas en el trabajo en un año

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura3 min
Sociedad26-04-2006

Se producen más situaciones de acoso de los que las propias mujeres perciben, como chistes o comentarios sexuales. Muy pocas hacen algo por evitarlo, pero no todas las que toman medidas consiguen poner fin al comportamiento de su acosador.

La discriminación que sufren las mujeres en el trabajo puede tener consecuencias más graves que un trato desigual o un salario más bajo. Un entorno laboral sexista, la violencia contra las mujeres y el abuso de poder son la causa de que cerca del 15 por ciento de las trabajadoras hayan sufrido acoso sexual en su trabajo durante el último año en España. Son 1.310.000 mujeres afectadas. Pero sólo cerca del 10 por ciento lo ha percibido como tal, según un informe del Instituto de la Mujer. El acoso sexual presenta grandes diferencias según los grupos sociales, las condiciones laborales y las personales. Pero se pueden extraer las características más comunes entre las víctimas: mujeres solteras, menores de 34 años e inmigrantes de países que no pertenecen a la Unión Europea. Se acentúa en el sector de la industria y la construcción y en centros de trabajo muy grandes -con una media de 250 trabajadores-. Y un dato que puede sorprender: afecta más a trabajadoras cualificadas. Las conductas más frecuentes son las calificadas de leves -chistes de contenido sexual, piropos y comentarios sexuales referidos a las trabajadoras-, a las que la víctima no suele dar importancia y no lo considera acoso. De aquí las diferencias entre los casos reales y los percibidos por las trabajadoras. Su reacción suele ser la inacción o evitar al acosador. Los casos más graves se presentan con una incidencia reducida: desde besos y abrazos no deseados, tocamientos y pellizcos, hasta acorralamientos e incluso amenazas. El acosador suele actuar de una forma más o menos estudiada. Primero elige a una víctima, teniendo en cuenta su vulnerabilidad. Se crea una relación amistosa y de confianza, más allá de la simple relación laboral. El resto de los trabajadores lo perciben y comienza el rechazo y el aislamiento de la víctima. Es este momento cuando el acosador hace explícitas sus demandas. Bien como la evolución natural de su relación, o bien a través de chantajes y amenazas -recordando los favores o privilegios que la víctima haya recibido anteriormente de su acosador-. Ante la resistencia de la mujer, su superior puede llegar a emplear el asalto con fuerza física. La reacción de la víctima suele ser el enfrentamiento al acosador y, en menor medida, quejarse a sus superiores. Poca iniciativa Pero en las situaciones en las que las trabajadoras toman algún tipo de iniciativa para acabar con el acoso, sólo cesó en menos del 32 por ciento de los casos. En el portal de asistencia a víctimas de malos tratos, violencia y agresión sexual de Castilla y León recomiendan acudir a un sindicato, poner la situación en conocimiento de los servicios de inspección, buscar ayuda en centros y asociaciones de la mujer o presentar una denuncia en centros policiales y juzgados de guardia. Las condenas establecidas en el Código Penal por solicitar favores de naturaleza sexual en el entorno laboral, agravadas por una situación de superioridad del acosador o de especial vulnerabilidad de la víctima, comprenden el arresto de entre seis fines de semana o multa de tres meses hasta prisión de entre seis meses a un año. El Instituto de la Mujer posee un servicio gratuito de atención telefónica que funciona las 24 horas del día: 900 19 10 10.