COOPERACIÓN
La FAO denuncia la lentitud de la disminución del hambre en el mundo
Niño ruandés desnutrido por la hambruna
Por La Semana
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Sociedad16-10-2001
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se ha hecho oír para denunciar la lentitud de la erradicación del hambre en el mundo. Según la FAO, “el número de personas desnutridas está disminuyendo un promedio de apenas seis millones de personas al año, muy por debajo del índice de 22 millones de personas anuales, necesario para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación”.
No obstante, considera que “si bien se ha avanzado y hay extraordinarios casos de éxito en algunos países y comunidades, queda mucho por hacer”. El director general de esta entidad, Jacques Diouf, ha dicho en su mensaje del Día Mundial de la Alimentación celebrado el 16 de octubre que “es importante reconocer que el hambre merece por lo menos la misma atención que la pobreza cuando consideramos las prioridades de desarrollo mundiales. Y, desgraciadamente –prosiguió-, en los albores del tercer milenio, estamos todavía muy lejos de asegurar que todos los habitantes del planeta tengan lo suficiente para comer, cuándo y dónde lo necesiten”. La promesa de cumplir con los plazos la firmaron 185 países y la Comunidad Europea en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996. El primer objetivo marcado entonces fue reducir a la mitad la cifra de personas con hambre para el 2015, meta que parece que no se va a lograr. Sin embargo, la FAO no desespera y pedirá a los dirigentes que definan los proyectos necesarios para lograr ese objetivo y que propongan alternativas para “acelerar el proceso”. La organización tenía prevista una reunión para los primeros días de noviembre, pero se ha pospuesto como consecuencia de los atentados a EE.UU. del 11 de septiembre. En la actualidad, unos 800 millones de personas de todo el mundo padecen hambre crónica, que en muchos casos acaba en la muerte. El hambre quita a las personas su capacidad de trabajar y les dificulta la posibilidad de educarse y desarrollar sus sociedades. Además, la FAO considera también que el hambre “socava la paz y la prosperidad de los países”, algo que en la actualidad empeora en Afganistán, a pesar del esfuerzo de muchas personas, muchas de las cuales militan en diversas organizaciones no gubernamentales.