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DOS AÑOS DE GOBIERNO

El “patriotismo social” impulsa la mayoría de las reformas

Por Mía MartínezTiempo de lectura3 min
España17-03-2006

Dos años han pasado ya desde que el PSOE ganó las elecciones aquel 14 de marzo. En ese momento, su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a llevar a cabo un mandato protagonizado por un fuerte contenido social. El resultado hoy, media legislatura después, demuestra que, lo que en su día denominó como “patriotismo social”, ha sido una constante en las reformas del Ejecutivo.

La primera de ellas fue la Ley contra la violencia de género, y que ha sido halagada esta semana por los participantes en el Foro Público sobre los Derechos de Género, celebrado en Alicante. Allí destacaron la importancia de la ley española como “uno de los más importantes logros en la lucha contra esta lacra social”. El encuentro, que coincidió con la reunión de la Red Iberoamericana de Defensorías de la Mujer, promovió la adopción de ciertas conclusiones, entre las que destaca la necesidad de crear órganos que luchen por la igualdad en países iberoamericanos. La 'Ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género', se transformó en realidad el 22 de diciembre de 2004, cuando el pleno del Congreso aprobaba, por unanimidad, un texto que contemplaba tanto medidas asistenciales como de prevención, con especial atención a las políticas educativas que insistían en la igualdad y el respeto de los derechos de la mujer. Sin embargo la cruz de esta ley, si se puede denominar así, fue la discriminación positiva que se estableció por penalizar el maltrato doméstico sólo cuando el agresor es un hombre y la víctima, una mujer. Una de las enmiendas aprobadas durante su tramitación parlamentaria contemplaba la modificación del Código Penal para que las amenazas y lesiones leves sean consideradas como delito cuando afecte a víctimas especialmente vulnerables, como son niños, ancianos y minusválidos. La primera medida parecía que transformaba en realidad parte del programa electoral, y supuso una declaración de intenciones sobre las actuaciones que Zapatero y su equipo iban a desarrollar. Además de la violencia de género el Partido Socialista trajo a la sociedad española una auténtica revolución de futuro con la modificación del Código Civil para permitir que las personas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio. En abril de 2005 la mayoría del Congreso aprobó la modificación de 16 artículos de este Código Civil, que se basaban en sustituir las palabras "marido" y "mujer" por "cónyuges" y las palabras "padre" y "madre" por "progenitores". Además, amplió el artículo 44 con la siguiente afirmación: "El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". El denominado 'Proyecto de Ley de Reforma del Código Civil' salió adelante con 183 votos a favor, 136 en contra y seis abstenciones. La reforma adquirió un carácter de libertad, ya que no sólo se daba la oportunidad de contraer matrimonio a homosexuales, sino que también se concedía derecho de adopción. Dependencia e Igualdad Las últimas leyes impulsadas fueron la de Dependencia y la de Igualdad, ambas constituyeron un conjunto innegable del carácter social de este Gobierno. Con la Ley de Dependencia Zapatero pretendía lograr "ayudar a más de un millón de personas mayores" y calificó de " paso histórico" que demostrará que España "se preocupa" de los ancianos. Esta ley, según explicó el presidente del Gobierno, antes de ser aprobada, es " un sistema nacional de dependencia que creará empleo para muchos jóvenes y haremos una gran demostración de compromiso solidario, porque habrá muchos jóvenes que encuentren y tengan su primer trabajo para cuidar a los más mayores". Respecto a la Ley Orgánica de Educación (LOE), Zapatero afirmó que es la escuela pública y respeta la concertada, pero que no permite que la religión sea obligatoria. Hizo hincapié en que es una normativa "de verdad" por llevar una Memoria Económica de 7.000 millones de euros para los próximos cuatro años y remarcó que busca que el mayor porcentaje de jóvenes llegue a tener alguna titulación superior. "Necesitamos más jóvenes con bachiller y con formación profesional", dijo. No obstante, la ley de educación no ha sido bien recibida ni por alumnos, ni por profesores. Este punto se ha convertido en uno de los más controvertidos de su política, que sin embargo parece que la propuesta sigue su camino.