LITIGIO ARTÍSTICO
La Colección Masavéu pasará a engrosar el Museo de Bellas Artes de Asturia
Por Roberto González (Oviedo)
2 min
Cultura17-02-2006
El litigio entre Asturias y Madrid ha llegado hasta el Tribunal Supremo. Ambas reclamaban la colección pictórica de Pedro Masavéu, un industrial asturiano, que pasó a manos públicas en concepto de impuesto de sucesiones. La Comunidad de Madrid argumentaba que el industrial había fijado su residencia fiscal en Madrid, pero las instancias judiciales han dado la razón a Asturias, ya que el fallecido residió su último año de vida en Oviedo.
Pedro Masaveu Peterson falleció el 15 de enero de 1993, y tras varias vicisitudes, su colección particular es expuesta en el Museo de Bellas Artes de Asturias, del que pasará a formar parte tras el fallo judicial. El impuesto de sucesiones de Pedro Masaveu, valorado en 11.000 millones de pesetas (66 millones de euros), significó entonces para el Principado de Asturias la recepción de una colección de arte compuesta por 410 cuadros y valorada en unos 8.000 millones de pesetas y 3.000 millones en efectivo. Madrid recurrió entonces la declaración impositiva ante el Tribunal Económico-Administrativo, basando sus argumentos en que el fallecido tenía domicilio fiscal en la capital española. El fallo fue favorable a Asturias. Así hasta llegar al Tribunal Supremo, que ahora da de nuevo y definitivamente la razón al Principado. Además, la Comunidad de Madrid pagará las costas de todo el proceso. Aparte de su indudable valor económmico, los más de 400 cuadros tienen un valor artístico innegable. Algunas de las obras que la componen son auténticas joyas de la Historia del Arte, como una serie de pinturas del gótico español, las tablas del maestro Palanquinos, la Asunción de la Virgen, de Berruguete; el Cristo de Zurbarán; el Santo apóstol, de Ribero; La fragua, de Goya, y otras muchas piezas de Solana, Hiepes, Meléndez, María Blanchard, Pancho Cossío, Valle y Nicanor Piñole. Incluso Picasso está presente en esta colección con Mosquetero con espada y amorcillo. Como tantas otras obras, Pedro Masavéu compraba por capricho de coleccionista, sin estar asesorado por ningún especialista de arte, tal y como construyeta su colección su padre, el financiero Pedro Masavéu y Masavéu. Sería imposible mencionar todos los autores y todas las obras, entre las que hay aún por catalogar papeles, grabados, litografías, dibujos y temples sólo de este legado asturiano, ya que la colección particular de los Masavéu es aún mucho más grande y rica.