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PRECIOS

La inflación en Alemania alcanza cifras de hace más de cuatro años

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura1 min
Economía15-10-2005

Europa entera sufre las consecuencias del encarecimiento del petróleo. Países como Alemania llenan portadas al anunciar que sus cifras de inflación no sólo no mejoran sino que alcanzan datos tan malos que no suelen darse con frecuencia. Las economías mundiales se tambalean y el petróleo continúa subiendo.

Hace un mes, aproximadamente, el Instituto de Análisis del Ciclo Económico (ECRI, en sus siglas en inglés) anunció que las presiones inflacionistas subyacentes en la zona euro se habían acelerado en agosto y habían alcanzado su mayor nivel desde hacía años en algunos países europeos, como Alemania. El ECRI es el encargado de elaborar índices que buscan prever los ciclos de la actividad. De hecho, el ECRI predijo que la medición seguiría “con tendencia al alza” y que “la inflación de la zona euro probablemente se mantendrá en alza en los próximos meses”. Y, precisamente, la Oficina Federal de Estadística alemana ya ha dado a conocer los datos económicos del mes de septiembre y las previsiones en el caso de Alemania se han cumplido y se han sobrepasado. De hecho, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alemán del mes de septiembre aumentó un 0,4 por ciento y coloca la tasa interanual de inflación en un 2,5 por ciento. Esta situación no sería tan relevante si no fuera porque ha sido el mayor incremento desde hace cuatro años en el indicador de los últimos 12 meses. Concretamente, un resultado superior no se había producido desde que en mayo de 2001 se llegara a una tasa interanual del 2,7 por ciento. Como viene siendo habitual, el principal causante de la situación actual ha sido el petróleo. El sector de la energía y sus derivados son los culpables hasta el punto de que, si se hubieran excluido de la medición, el incremento del IPC sólo hubiera sido del 1,6 por ciento. Para hacerse una idea más clara de la situación, solo hay que observar que en los últimos 12 meses los precios de los productos derivados del petróleo de uso doméstico se han incrementado un 40 por ciento.