ESTATUTO CATALÁN

Nuevos sectores se suman a las críticas contra el texto estatutario

Por Diana R. Val2 min

España14-10-2005

El término nación para designar a Cataluña abrió las críticas hacia el Gobierno desde las propias filas socialistas y la oposición popular. Pero esas desavenencias se han visto respaldadas por nuevos sectores: El Defensor del Pueblo, el presidente del Banco de España o la Conferencia Episcopal también mostraron su desacuerdo con la reforma.

El presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, mantuvo una reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la que calificó de “éticamente reprobable” el modelo de financiación propuesto en el Estatuto catalán. Además explicó que plantea una filosofía éticamente insostenible y explicó que no comprende cómo la puede promover un socialista. El Partido Popular (PP) opina que el “lío va a más” y se ha extendido al resto de España porque el contagio político ha afectado a los socialistas vascos y gallegos que están copiando el modelo catalán. El secretario general del PP, Ángel Acebes, aseguró que el “Estatut no tiene arreglo”. Además durante la recepción celebrada el día de la Fiesta Nacional, el líder de los populares, Mariano Rajoy, también realizó críticas duras y tajantes al Gobierno. Insistió en que no se trata de modificar un Estatuto o aprobar uno nuevo sino en una “reforma de la Constitución en toda regla”. También habló el gobernador del Banco de España. Jaime Caruana advirtió en el Congreso de los Diputados de que la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña puede debilitar la economía española, fragmentar el sistema financiero español, comprometer la eficacia de la supervisión financiera y romper la unidad de mercado. El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, aseguró en una nota enviada a los presidentes del Congreso y del Senado, que el texto del proyecto “recorta la efectividad de los derechos” de los ciudadanos catalanes al impedir que prosperen las quejas de los ciudadanos. Según el texto, Cataluña tendrá su propio Defensor del Pueblo, llamado Sindic de Greuges, que actuará con independencia del que tiene el resto de España. Además durante la Fiesta Nacional, en su homilía el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ricardo Blázquez, llamó a la unidad de España, a la vez que lo hicieron otros obispos. Por primera vez desde el inicio de su mandato el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue recibido con abucheos en la plaza Colón cuando acudió a la parada militar.