FÓRMULA 1
Renault consigue en China el ‘doblete’
Por Roberto J. Madrigal3 min
Deportes16-10-2005
Fernando Alonso cerró el Mundial a lo grande, en una carrera que, pese a ser accidentada recordó a las de comienzo de temporada, con un bólido muy competitivo que le permitió mandar desde el comienzo. El asturiano impidió a Kimi Raikkönen sumar su octavo triunfo, que le hubiese supuesto un récord: ser el subcampeón con más victorias en una misma temporada.
Tras el fiasco de Suzuka, Renault mejoró la estrategia y consiguió un resultado redondo. En la salida, con los bólidos azules en la primera línea de la parrilla, Giancarlo Fisichella mantuvo a raya a los McLaren, que con algo más de carga aerodinámica, no podían adelantarlo en las rectas. La carrera parecía plácida, pero cuando Alonso disponía de una cómoda ventaja, casi veinte segundos Juan Pablo Montoya pasó, en el piano de la décima curva, por encima de una tapa de alcantarilla que se había soltado y dañó su monoplaza. El coche de seguridad neutralizó la carrera y, tras el primer baile de repostajes, el colombiano se vio forzado a abandonar: el título de constructores quedaba expedito para Renault. Alonso apretó de nuevo para abrir distancia, pero de nuevo el safety car frustró su táctica después de otras seis vueltas: el indio Narain Karthikeyan destrozó su Jordan antes de la recta posterior del circuito, la más larga, y hubo un nuevo parón. Fisichella trató de ralenttizar a sus rivales al entrar a reportar por segunda vez. Aunque Raikkönen lo adelantó en boxes, fue penalizado con un drive through (pasar por el pit lane con el límite de velocidad) por ralentizar a sus rivales, una maniobra punible después de que Raikkönen la hiciese en Bélgica. Para entonces, a cinco vueltas del final, el italiano cedió su puesto en el podio a Ralf Schumacher. El alemán de Toyota, el austriaco Christian Klien y el brasileño Felipe Massa fueron los únicos que no repostaron por segunda vez y salieron beneficiados, al rodar durante buena parte de la carrera menos cargados de combustible. Por detrás destacó el ímpetu del australiano Mark Webber, que consiguió superar a Jenson Button, que en su gran premio número 100 cayó hasta la séptima plaza, y al brasileño Rubens Barrichello. El brasileño, en su última carrera con Ferrari, acabó con los neumáticos muy gastados y cayó hasta la duodécima plaza. Peor aún le fue a Michael Schumacher, que ya en la vuelta de calentamiento rompió su monoplaza –fue embestido por Christijan Albers y ambos tuvieron que salir con el coche de reserva– y luego abandonó, tras cometer un trompo con el coche de seguridad en pista. El box de Renault celebró por todo lo alto el título: no en vano, Alonso termina la temporada con 133 puntos, por los 112 de Raikkönen. Los abandonos de Montoya en las últimas carreras permiten a Michael Schumacher salvar la tercera plaza en el Mundial, con 62 puntos, mientras que el colombiano y Fisico terminan con 60 y 58 puntos, respectivamente. Ralf Schumacher, sexto con 45 puntos, superó por dos a su compañero, Jarno Trulli. Barrichello, Button y Webber, ocupan los puestos del octavo al décimo. La clasificación de constructores termina con Renault como campeón, con 191 puntos. McLaren acumula 182, Ferrari cien, Toyota 88 puntos y Williams, 66. BAR-Honda, con 38 puntos, se vio achuchado por el equipo Red Bull, que acaba el campeonato con 34 puntos.