BALONCESTO
Rusia y Lituania destacan, Turquía defrauda
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes18-09-2005
Rusia, Alemania e Italia tuvieron que recurrir a los desempates para solventar el liderato y los cruces en el grupo A, mientras que Lituania, pese a sus numerosas ausencias, pasó con autoridad en el grupo B, en el que decepcionó Turquía. Turcos y alemanes, por un lado, y Croacia contra Italia, por otro, se deben disputar una plaza en cuartos de final contra Eslovenia y España, respectivamente.
Grupo A Italia aspiraba a repetir los éxitos recientes –bronce en el Europeo de 2003 y plata en los Juegos Olímpicos de Atenas–, pero se topó con Rusia. El estilo de Carlo Recalcati, en el que prima la defensa, intensa y ordenada, y las opciones de lanzamiento exterior, funcionó con una columna vertebral que forman los bases Massimo Bulleri y Gianmarco Pozzecco, el escolta Gianluca Basile, el ala-pívot Giacomo Galanda y los postes Denis Marconato y Roberto Chiacig. Mientras, las lesiones de Steffen Hammann y Stefano Garris antes del Europeo y la dependencia de Dirk Nowitzki han llevado a Alemania a ser una incógnita en las eliminatorias por el título. A excepción del alero de Dallas, el regreso al equipo de Patrick Femerling, Mithat Demirel y Ademola Okulaja, que no disputaron los partidos de preparción, han llevado a jugadores limitados como Demond Greene y Denis Wucherer se conviertan en escuderos de Nowitzki. Rusia llegaba con dudas y un equipo muy renovado –con siete jugadores de menos de 25 años–, pero Sergey Babkov ha conseguido, a la estela de Andrei Kirilenko y el base nacionalizado John Holden, sacar el rendimiento a hombres como Viktor Khryapa y Sergey Monya. Ucrania, con poco más que la presencia que Stanislav Medvedenko, fue –como se esperaba– la cenicienta del grupo A. Las ausencias de hombres como Grigoryi Khiznjak, Dmitry Drozdov y Vitaly Potapenko dejaron al entrenador Gennadi Zashchuk sin jugadores capaces de sorprender. Grupo B Lituania acudía con un equipo sin hombres como Sarunas Jasikevicius, Arvydas Macijauskas, Saulius Stombergas, Darius Songaila, Zadrunas Ilgauskas, Eurelijus Zukauskas, Darius Salenga, Mindaugas Timinskas, Donatas Slanina… Con todosí, pese a no tener un base de garantías, el conjunto que dirige Antanas Sireika mantuvo un juego interior poderoso y un tiro exterior demoledor con el escolta Ramunas Siskauskas, el pivote Robertas Javtokas y los gemelos Ksystof y Darjus Lavrinovic. No así Turquía, con todas sus estrellas –salvo Huseyin Besok, por decisión técnica–. El carácter díscolo del conjunto de Bogdan Tanjevic y la falta de un buen base dejó manco el poderío exterior de Ibrahim Kutluay, Hidayet Turkoglu y Serkan Erdogan y el poderío interior que aseguran Mehmet Okur, Mirsad Turkcan, Ermal Kurtoglu (Kuqo), con otros tres relevos de primer nivel como Kaya Peker, Kerem Gonlum y Fatih Solak. Croacia propone un equipo talentoso, joven –Neven Spahija ha aglutinado a varias generaciones campeonas del mundo junior– y atlético, con estrellas como Gordan Giricek, Nikola Vujcic y Zoran Planicic, dispuesto a resarcirse de sus eliminaciones en los anteriores campeonatos –con el séptimo puesto de 2001 como mejor resultado– y a clasificarse para el Mundial de Japón. Mientras, Bulgaria volvió al Europeo después de doce años, pero no pudo pasar a la segunda ronda pese a contar con jugadores interesantes como el anotador Todor Stoykov y el escolta Filip Videnov, que hacen confiar al conjunto entrenado por Roman Barchovski en los triples.