ESTATUTO CATALÁN
Unas cuentas que no cuadran
Por Antonio Pérez Vicente3 min
España18-09-2005
Juntos y, además, revueltos. Las cuentas no le cuadran al tripartito catalán con la llegada del tercero en discordia.
Tanto es así, que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha pedido a sus compañeros que regresen al redil: "Habrá Estatut antes de que acabe el mes", aseguró el líder de los socialistas catalanes mientras advertía al resto de los partidos: "Quien se apee del proceso tendrá que vérselas con el pueblo de Cataluña" Sus palabras son el punto y seguido a la tormenta política desatada por Convergencia i Unió (CiU), al hacer pública su propuesta de financiación. Lo que podría haberse quedado en una mera anécdota cobró protagonismo al contar con la complicidad de Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC), principal aliado de los socialistas en la Generalitat. La fórmula de CiU incluye una cláusula de blindaje para que ninguna ley del Estado pueda variar el modelo propuesto, además de pretender que el Estado ceda "la gestión, liquidación e inspección" de todos los impuestos (aunque mantenga la titularidad). También prevé que el Ejecutivo catalán creé una agencia tributaria propia, así como la de una comisión mixta entre el Estado y la Generalitat para estipular la cuota que devolverá la Comunidad Autonómica a las arcas del país. En este sentido, la proposición de CiU también estipula que los ingresos de los gobiernos locales "serán percibidos a través de la Generalitat y distribuidos con los criterios que establezca el Parlamento de Cataluña". Esta propuesta es considerada inconstitucional tanto por los socialistas catalanes como por Iniciativa per Catalunya (IC), pero los nacionalistas prefieren pasarse de largo al considerar que en el Congreso de los Diputados ya se preocuparán de bajar el listón. Además, esta financiación recuerda al cupo vasco planteado por el lehendakari Juan José Ibarretxe. Sin embargo, el líder de ERC, José Luis Carod Rovira, aseguró que "en Cataluña el Estatuto lo hace el Parlamento y no el Gobierno". El "coqueteo" de ERC al coger el guante blanco lanzado por el partido de Artur Mas podría desestabilizar al tripartito, así que desde el partido de Carod Rovira aboga por el consenso. En este sentido, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, pidió al PSC y a CiU "sentarse a hablar" para evitar el inmovilismo y llegar a acuerdos comunes. Pero desde el partido de Mas no se pierde ninguna oportunidad para criticar la falta de liderazgo de Maragall. Mientras tanto, desde IC piden a ERC que reconsidere su postura y se comprometa con el tripartito para presentar enmiendas conjuntas al dictamen del consejo Consultivo (que cree que 19 puntos de la propuesta son contrarios a la Constitución española). Por si las desavenencias fueran pocas, Carod Rovira ha anunciado su intención de presentar sus propias enmiendas sobre la financiación autonómica, los derechos históricos, el régimen local y la educación los puntos en los que no hay acuerdo entre CiU y el tripartito- distanciándose de sus socios en el Gobierno. También CiU evitó sumarse a las enmiendas conjuntas al considerar la negociación del tripartito "un desbarajuste". A pesar de la decisión, los nacionalistas aseguraron que se respetarían los acuerdos alcanzados en las reuniones del Parlamento.