CATÁSTROFE
El ‘Katrina’ hace mella en la economía estadounidense
Por Paula Escalada Medrano1 min
Economía10-09-2005
Han pasado pocos días desde la tragedia humanitaria del Katrina. De hecho, todavía no se conocen cuáles van a ser las consecuencias finales, ya que ni siquiera se sabe cuántos ceros hay que ponerle a la cifra de muertos. A pesar de esto, lo que sí se puede avanzar es que la catástrofe tendrá duras consecuencias económicas, no sólo en la región sino en todo un país, el conocido como cabeza mundial.
El Katrina no ha pasado desapercibido en ningún ámbito de la sociedad estadounidense, y mucho menos de la economía. Tras el desastre, con unos cuantos días ya de reflexión y análisis, han sido muchos los que se han aventurado a predecir y calcular cuáles serán las consecuencias económicas del huracán. Numerosos expertos han mostrado su opinión acerca del tema. Un ejemplo de ello es el informe publicado en el boletín financiero Blue Chip Economic Indicators. En este se afirma que la devastación provocada por el huracán causó una fuerte crisis en el suministro energético, disparó los precios y amenaza el gasto de los consumidores hasta fin de este año. Por ello, se recortan las previsiones de crecimiento de la economía estadounidense en 2005 en un 0,10 por ciento con respecto al mes anterior, es decir, el Producto Interior Bruto (PIB) pasa a ser del 3,5 por ciento en 2005 y del 3,2 por ciento en 2006. Así mismo, según los expertos encuestados, el huracán destruirá entre 500.000 y 750.000 empleos. La Reserva Federal (Fed) también ha expresado sus pronósticos por boca de la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Janet Yellen. Según sus conclusiones, la economía se verá afectada por el Katrina debido al papel clave de la costa del Golfo en los mercados energéticos. Precisamente, Yellen afirmó que uno de los principales desafíos de la Fed es el de controlar la subida de los precios energéticos, ya que ésta podría convertirse en una “amenaza” para la economía estadounidense si sus efectos son duraderos. Por esto, la presidenta avisó de que “el alcance del impacto depende en parte de la velocidad con que vuelvan a funcionar las infraestructuras energéticas de la región”.