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TERRORISMO

El último acto terrorista en Londres plantea muchas preguntas sin respuesta

Fotografía
Por Berta PardalTiempo de lectura2 min
Internacional24-07-2005

La Policía británica sigue la pista de cuatro presuntos terroristas que intentaron repetir el atentado del 7 de julio en la red de transporte público de Londres. Unos individuos que supuestamente colocaron cuatro bombas en tres vagones de Metro y un autobús, que no causaron heridos, el pasado día 21.

La alarma saltó con un artefacto en la estación de Metro de Oval. Minutos después, los servicios de urgencia recibieron el aviso de la explosión de otro artefacto en un vagón de la línea Victoria en la estación de Warren Street, muy cerca de donde estallaron, el 7 de julio, las bombas colocadas en la parada de Russell Square y en el autobús. Una tercera explosión se produjo en la línea Metropolitan, en la estación de Sepherd’s Bush, en un tramo del Metro que transcurre en ese lugar por la superficie. Una hora después de la primera explosión registrada, el conductor del autobús número 26 en Columbia Road, avisó de la explosión de una bomba en el piso superior del vehículo que había roto la luna trasera. Hasta el momento no se han aportado datos de las investigaciones y los detalles desde el Gobierno aunque el jefe de la Policía metropolitana, Ian Blair, afirma que se está procediendo “con extraordinaria rapidez” y señala que los autores de los atentados dejaron en los lugares del crimen indicios forenses. Además la información de la Policía y los relatos de testigos presenciales parecen indicar que las explosiones no estaban encaminadas a crear alarma en una ciudad tensa tras los atentados del 7-J. “La intención de quienes hacen esto es matar”, dijo Blair, “y en este caso su deseo no se ha cumplido”. Pese a todo, las opiniones son diversas. Los atentados del pasado jueves tienen similitudes con los perpetrados semanas atrás. Como entonces, la pasada semana se colocaron cuatro bombas en la red del transporte público, aunque en aquella ocasión la explosión de la bomba en un autobús parece producto del azar. También había notables diferencias. La diferencia evidente es que las bombas no explotaron y, a falta de información de la Policía, expertos en seguridad indicaban que otros grupos terroristas, como es el caso del IRA, han fallado al hacer estallar bombas a pesar de su experiencia. En las horas siguientes, un individuo fue detenido en la acera opuesta a la verja de Downing Street, residencia del primer ministro. Otro, en las inmediaciones de la sede de Scotland Yard. La Policía declaró que ambas detenciones no están conectadas con el atentado. Y aún se está investigando sobre el caso del hombre abatido el pasado viernes por la Policía en una estación del Metro de Londres, que no estaba vinculado con los recientes atentados.