PATRIMONIO NACIONAL
La casa de la Ópera de Australia ya es Patrimonio Nacional
Por Alba Rodríguez Santos3 min
Cultura14-07-2005
El Gobierno australiano ha fijado nuevos propósitos para los próximos años. La Casa de la Ópera de Sydney ha sido declarada Patrimonio Nacional con el objetivo de llamar la atención de la UNESCO y conseguir la titulación de Patrimonio de la Humanidad.
El gobierno del estado de Nueva Gales del Sur y el gobierno Federal Australiano, trabajarán juntos en este proceso que se pondrá en marcha en París a principios del año próximo, pero del que se desconocerán los resultados hasta el año 2007. Un largo camino en el que según asegura el Gobierno australiano, pondrán todas las medidas necesarias para que los objetivos salgan adelante. Para empezar, el líder en funciones del gobierno de Nueva Gales del Sur, Andrew Refshauge, subrayó que el edificio entraría a formar parte de una lista a la que ya pertenecen el Centro de Exposiciones Real de Melbourne, la Gran Barrera de coral de Queensland y las Montañas Azules, de Nueva Gales del Sur. Pese a que los esfuerzos por conseguir entrar en la lista mundial de Patrimonios comienza su andadura en este momento, son más de cuatro millones de personas las que visitan cada año esta pieza arquitectónica. "Mucha gente cree que el edificio ya ha entrado en la lista mundial por la relevancia que el edificio tiene en la ciudad de Sydney y el interés que despierta entre los turistas, con cuatro millones de visitas cada año" indicó la portavoz del Fondo de la Casa de la Ópera, Maria Skyes. La importancia de la Casa de la Ópera, añadió por su parte Refshauge, deriva "no sólo de su arquitectura sino también del buen trabajo de ingeniería y del hecho que es una parte importante de nuestra cultura y de la forma como nos abastecemos de la cultura". Una larga lista de características y de cualidades que el Gobierno de Australia no ha querido desaprovechar. La historia de este edificio comienza en la década de los cincuenta; tiempo en la que el arquitecto danés Jon Utzon pone en marcha la creación de un proyecto para construir en un terreno situado en el centro de la ciudad y que arropa la Bahía desde la Punta de Bennelong el edificio de la Casa de la Ópera de Australia. Terminado en 1973, la reina de Inglaterra Isabel II asiste al acto de inauguración de una obra arquitectónica que dará mucho que hablar desde entonces. El edificio es considerado el más representativo de Australia, además de uno de los más conocidos del mundo por sus dos estructuras de conchas gigantes superpuestas de color blanco y con forma de velas. Tras discrepancias técnicas con el por entonces ministro de obras públicas, Utzon se retira dando paso a un grupo de arquitectos nombrados por el gobierno regional que completarían la obra con un coste final de 66 millones de dólares, frente a los dos millones de dólares con los que contaba el proyecto inicial. En 2003 el Gobierno de Nueva Gales del Sur aprobó nuevos fondos de más de 45 millones de dólares para que el arquitecto danés diseñara la nueva reestructuración del interior, que incluye la reforma del gran auditorio de conciertos, una sala de teatros y varias salas secundarias para adecuarlas al diseño original. Así, Utzon está trabajando en la restauración del prestigioso edificio que figura ya en la lista de Patrimonio Nacional del Australia y que, dentro de un par de años, podría ser ya Patrimonio de la Humanidad. Lo que sin duda está confirmado es que su arte es riqueza mundial digna de conocer.