IMPUESTOS

Claves del actual modelo de financiación autonómica

Por Javier de la Fuente1 min

Economía30-04-2005

El modelo actual de financiación autonómica fue elaborado por el anterior Gobierno del Partido Popular. El próximo año tendrá que modificarse, y algunos ya empiezan a mover ficha. Y la jugada del tripartito catalán es un jaque al Gobierno central. Maragall pretende que su comunidad recaude el cien por cien de los impuestos y devolver al Estado la mitad de los ingresos obtenidos.

El actual modelo estipula que sea la Agencia Tributaria la que recaude todos los tributos y traspase a la Generalitat el 33 por ciento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el 35 por ciento del IVA y el 40 por ciento de los impuestos especiales. El modelo de financiación autonómica descansa sobre tres pilares fundamentales: la autonomía, la solidaridad y la suficiencia. En primer lugar, la autonomía hace referencia a que las comunidades autónomas no pueden limitarse a ser meras gastadoras de los recursos recaudados y determinados por el Gobierno central, sino que deben contar con la capacidad para bajar o subir impuestos en su territorio. La solidaridad plantea el problema de desigualdad económica entre diferentes comunidades. De esta forma, las divergencias en los niveles de desarrollo no se deberían traducir en cuantías de recursos para los Gobiernos regionales significativamente desiguales, que impidan ofrecer servicios públicos de calidad similar. Y el último pilar, el de suficiencia, se refiere a la correspondencia que debe haber entre el coste de los servicios públicos cedidos a las comunidades autónomas y los recursos a su disposición. Sin embargo, la realidad económica de las autonomías no es siempre la misma, por lo que cada sistema de financiación autonómica tiene una fecha de caducidad. El actual es válido para el periodo que comprende desde el año 2002 hasta el próximo 2006. Éste es sin duda uno de los principales retos al que se enfrenta el actual ministro de Economía, Pedro Solbes, quien deberá pactar con las comunidades autónomas el nuevo modelo de financiación. Una negociación ardua que, sin duda, se aviva más con las pretensiones del Gobierno catalán y la débil situación del Gobierno central.