FISCALIDAD
Maragall propone un modelo de financiación federalista para Cataluña
Por Paula Escalada Medrano3 min
Economía30-04-2005
Se avecinan tiempos turbulentos para la cohesión española y para la del propio PSOE. Uno de sus miembros, el presidente de Cataluña, ha presentado un osado proyecto que, de aceptarse, supondría un acercamiento a esa palabra que algunos temen y otros ven como solución futura: el federalismo.
El presidente de la Generalitat de Cataluña y líder del Partido Socialista Catalán (PSC), Pascual Maragall, ha puesto sobre la mesa un nuevo modelo de financiación para Cataluña. El plan se desmarca totalmente de lo que había y mucho más de un estado centralizador. Su principal objetivo se basaría en reducir el déficit estructural de Cataluña con el Estado, que ahora es del 7,5 por ciento del PIB, hasta el 4,5 por ciento, en un tiempo de 10 años. Así, según sus promotores, el sistema daría resultados equiparables con el concierto vasco dentro de 15 años. Para lograrlo, son varios los puntos que el tripartito catalán ha estipulado. Así, se habla de un posible órgano propio, una especie de Agencia Tributaria catalana que actuará coordinada con la del Estado. Esta agencia cobraría y dispondría de todos los impuestos, incluidos el IRPF, el IVA, el impuesto de sociedades y los especiales. Una vez recaudados, los distribuiría de modo que se entregaría a la Hacienda central el 50 por ciento de la recaudación fiscal de Cataluña, como máximo. Así mismo, según el plan de Maragall, se establecería un punto relacionado con la solidaridad con el resto del Estado. Tal “mecanismo de solidaridad” creado repartiría una cantidad de dinero (las cifras tendrían que ser negociadas una vez que entre en vigor el nuevo Estatuto de Cataluña pero, eso sí, irían en función de la evolución de la renta catalana) entre las distintas regiones españolas para lograr el bienestar común de España. Otro de los aspectos que tener en cuenta en el nuevo Estatuto es el de las ayudas del Estado pues, según el plan de Maragall, las inversiones estatales en infraestructuras deberán ser proporcionales a la aportación del PIB de Cataluña al de España. Además, Cataluña deberá recibir una compensación financiera por su déficit fiscal respecto al conjunto del Estado. En el documento presentado por el tripartito catalán aparece también el modo de lograr el objetivo federalista. Así, la propuesta contiene la creación de una comisión mixta de relaciones fiscales y financieras, que sería la encargada de evaluar el sistema y establecer los porcentajes de cada uno de los tributos. El período de análisis y conclusiones se establece cada cinco años, y dicha comisión estaría formada por igual número de representantes del Estado que de la Generalitat. La propuesta de Maragall sin duda ha llamado la atención por su radicalidad, pues supone un cambio total en la fiscalidad catalana que no tiene precedentes en España, pero sí en países federalistas como Alemania y Canadá. Para comprobar el cambio sólo hay que tomar los datos antiguos: actualmente, Cataluña se queda el 33 por ciento del IRPF, el 35 por ciento del IVA y el 40 por ciento de los impuestos especiales. Con el nuevo plan se quedaría con más de la mitad y los ingresos adicionales para la Generalitat podrían alcanzar, como mínimo, 3.600 millones de euros al año (teniendo en cuenta los datos de los impuestos recaudados en el 2002).