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DRAMATURGIA

Polémica en el emblemático teatro ruso Bolshoi

Por Alba Rodríguez SantosTiempo de lectura2 min
Cultura23-03-2005

A pesar de que el estreno de la primera ópera en treinta años suponía un acontecimiento a celebrar en el famoso teatro moscovita, la polémica se ha abierto paso.

El escándalo poco tiene que ver con la obra en cuestión, Rosenthal´s Children, sino que los antecedentes de su autor, Vladimir Sorokin, parecen ser los culpables de las críticas. Fue durante el año 1999 cuando el escritor publicó la novela Blue Lard, en la que los líderes soviéticos Nikita Kruchev y Josef Stalin protagonizaban una escena de sexo. Los seguidores del arte soviético no comprenden como una obra del mismo autor puede levantar el telón de un escenario que ellos consideran sacro. Y es que se trata del Bolshoi, unas tablas que ha sido testigo de las firmas más destacadas de su arte. Así pues, diputados y la asociación juvenil pro Kremlin tachan la obra y solicitan que no se permita que se levante el telón del Bolshoi. Tales medidas le han debido parecer acertadas a la mayoría ultrapatrónica de los diputados rusos, ya que se ha amenazado con despedir a la directiva del teatro si deciden finalmente darle cabida a la obra del controvertido literato. La figura de Sorokin ha sido criticada desde muy diferentes puntos de vista. Desde occidente se le trata de "clásico vivo", de "genio de la pluma moderna" y de "promesa actual de guiones cinematográficos", sin embargo, en su propia tierra, un clima cada vez más exaltado le acusa de "provocador, escandaloso y marginal". De lo que no cabe duda es de que la polémica sobre las tendencias de Sorokin está dando la vuelta al mundo; una publicidad gratuita que despierta las curiosidades más recónditas y que supondría un precio impagable de no haber sido así. La pieza, que los propios diputados protestantes reconocieron no haber leído, habla de Alex Rosenthal, un científico alemán que en la década de los años 30 descubre la clonación, pero que perseguido por los nazis huye a la Unión Soviética de Stalin. Una historia que, pese a las críticas y las protestas, levantará el telón y dejará para su público la última palabra.