Acoso y derribo al BBVA
Por Javier de la Fuente
2 min
Economía13-02-2005
Una de las máximas de la economía liberal es limitar el control del Estado en la vida empresarial. El Estado actúa de árbitro del buen funcionamiento de los mercados, no interviene directamente en ellos. Sin embargo, se trata más bien de una teoría política. Y a menudo los fallos son evidentes.
El Gobierno, aunque tarde, ha terminado por reconocer lo evidente; sí que intervino en el intento de entrada de Sacyr en el BBVA. Y ha sido en boca del ministro de Economía, Pedro Solbes. La oposición hablaba de demasiadas casualidades, que al final lo eran, pero inducidas desde el Gobierno. Dentro de esta telenovela política hay dos episodios claramente diferenciados: el primero, la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción por presuntas irregularidades fiscales en la venta de FG Valores. En el año 1996 esta sociedad era propiedad del actual presidente del BBVA, Francisco González, quien se la vendió a la empresa Merrill Lynch. En la operación, según pudo saber la emisora de radio Cadena Ser, pudo haber un desfase contable de alrededor de 800 millones de las antiguas pesetas. Esta investigación se reabrió después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) diera, en un tiempo récord, carpetazo a la investigación abierta por ellos a instancias de la denuncia de la Cadena Ser. El otro flanco de acoso y leitmotiv de las actuaciones contra el BBVA en general y contra su presidente, Francisco González, en particular, es el intento de entrada del grupo inmobiliario Sacyr en la entidad financiera. Son varias las voces que se han levantado en contra de la operación todavía en curso. Los sindicatos mayoritarios han manifestado su oposición total a dicha entrada de Sacyr, además de criticar el intervencionismo del Gobierno en la llegada a buen puerto de la operación. La oposición también ha instado al Gobierno para que se abstenga de cualquier tipo de intervencionismo en la composición del accionariado del banco español.