BALONMANO
España se exhibe para ganar el Mundial
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes06-02-2005
Juan Carlos Pastor le ganó la partida a Lino Cervar y España dominó con una autoridad por momentos insultante una final en la que partía como víctima contra los defensores del título y campeones olímpicos. La selección confirmó su gran potencial ofensivo –ha sido el equipo más realizador del Mundial– con una demostración de efectividad goleadora: 40-34, con una ventaja que llegó a ser de hasta 13 goles.
España se tomó la revancha de Croacia, a la que no ganaba desde hacía cinco años, y desplegó un balonmano casi perfecto: intenso en defensa, rápido en ataque y preciso en el lanzamiento. José Javier Hombrados, en un pulso con Vlado Sola, relanzó a España al comienzo. La defensa secó a los lanzadores croatas –Ivano Balic sólo anotó dos goles antes del descanso, aunque terminó con siete– y obligó a lanzamientos forzados a los croatas, que tenían dificultades en la circulación. España pudo lanzar el contragolpe, un filón para Juanín García, que conseguiría 11 goles. La visión de juego de Chema Rodríguez –aunque no anotó– permitió surtir de balones a Alberto Entrerríos y Mateo Garralda, que abrieron con sus penetraciones una defensa croata que lo intentó todo. El cansancio inclinó el resultado, ya que España, merced a las rotaciones, llegó con una frescura desconcertante. Sólo en la segunda mitad, con 13 goles de ventaja, España quiso recurrir a las acciones individuales y encajó un parcial de 5-0. Sin embargo, Entrerríos y García terminaron de desquiciar a Sola y el banquillo pudo celebrar el título con toda la euforia contenida hasta entonces. Francia venció por 26-25 a Túnez y se llevó la medalla de bronce, aunque los anfitriones consiguieron el mejor resultado de la historia –su mejor resultado había sido en 2001, en Francia, donde fueron décimos– y Wissem Hmam, que anotó 11 goles, el título de máximo goleador del torneo con 81 dianas. Los de Sead Hasanefendic llegaron a tener una renta de siete goles a diez minutos del descanso, pero Michael Guigou, con seis tantos, y un penalti postrero de Joël Abati dejaron circunspecto al público tunecino y compensaron las ausencias de Jackson Richardson y Bertrand Gille. Semifinales España no lo tuvo fácil contra Túnez, un equipo rápido, correoso y que competía ante su público. Los misiles desde nueve metros de Hmam y Wissem Bousnina –que consiguieron 16 goles– pusieron a prueba a David Barrufet y dificultaron la defensa española. Pero la batalla de la primera línea, merced a los 18 goles que consiguieron Rolando Uríos, Garralda y un crecido Íker Romero, y dar descanso además a Juancho Pérez, Demetrio Lozano y Hombrados. En los minutos finales, los contragolpes permitieron a García inflar su cuenta de goles y certificar el triunfo. Croacia derrotó por 35-32 a Francia. Las paradas de Sola y la velocidad del extremo Mirza Dzomba desarbolaron a los galos, que consiguieron una renta de tres goles en los primeros minutos y no la pudieron mantener. Para colmo, perdieron por lesión al cerebro del equipo, Jackson Richardson. Sin embargo, el combinado croata fue cogiendo el mando, bajo la dirección de Balic –que anotó ocho goles, los mismos que Dzomba–, con el apoyo de Petar Metlicic en la primera línea, mientras que los franceses acusaron el bajo rendimiento de Jackson Richardson.