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NEPAL

Nepal, sin democracia hasta que se termine con la revolución maoísta

Por Berta PardalTiempo de lectura1 min
Internacional06-02-2005

El reino del Himalaya está en crisis porque, desde la pasada semana, las garantías constitucionales están suspendidas, las comunicaciones cortadas y dirigentes políticos, sindicales y estudiantiles siguen bajo arresto domiciliario.

El rey de Nepal, Gyanendra, se deshizo del Gobierno del primer ministro, Sher Bahadur Deuba, e impuso una férrea censura mediática. Para justificar estas medidas, el rey acusó al Gobierno de haber fracasado en el intento de diálogo con los rebeldes, que desde 1996 luchan por sustituir la Monarquía por una República, un conflicto que provocó más de 10.000 muertos. El ministro de Exteriores nepalí, Ramesh Nath Pandey, advierte de que no se instaurará la democracia hasta que se elimine la insurgencia maoísta, inspirada en la guerrilla peruana. Y se ha formado un Gabinete que estará bajo el control real absoluto durante los próximos tres años y está integrado en su mayoría por monárquicos. Un panorama tenso, que deja de lado las garantías constitucionales y los Derechos Humanos y donde dirigentes políticos y de organizaciones sindicales y estudiantiles siguen bajo arresto domiciliario. Las críticas no se han hecho esperar. Al menos 15 estudiantes resultaron heridos en las protestas que se han sucedido contra las muevas medidas en la ciudad de Pokhara. En nombre de la lucha antiterrorista, el ministro de Exteriores, Ramesh Nath Pandey, condena esta toma del poder por el soberano y la suspensión de las libertades, en lo que coincide la ONU, por medio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).