Plan Ibarretxe (I): "Navarra e Iparralde también son Euskal Herria"
Por Alejandro Requeijo
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España16-01-2005
El Plan Ibarretxe dejó de ser un plan para convertirse en una realidad el pasado 30 de diciembre de 2004, día en el que fue aprobado por el Parlamento vasco. Desde ese momento esta Propuesta de Estatuto de Euskadi, que así se llama oficialmente el texto, inició un camino que finalizará el próximo mes de marzo cuando sea debatido en el Congreso de los Diputados.
Se trata es una reforma estatutaria fundamentada en 69 artículos divididos en siete capítulos. Con esto, slolo la primera frase del texto ya supone toda un declaración de intenciones por parte de su creador, el lehendakari, Juan José Ibarretxe. “El Pueblo Vasco o Euskal Herria es un Pueblo con identidad propia en el conjunto de los pueblos de Europa, depositario de un patrimonio histórico, social y cultural singular, que se asienta geográficamente en siete Territorios actualmente articulados en tres ámbitos jurídico-políticos diferentes ubicados en dos estados.” Dentro de un reconocimiento propio como pueblo europeo y no español, este nuevo estatuto incluye a la Comunidad Foral de Navarra y a los tres “territorios vascos de Iparralde” (Francia). Estos, junto a las tres comunidades que conforman la comunidad autónoma del País Vasco actualmente (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya) conformarían los “Siete Territorios” que el texto reclama como parte de “Euskal Herria”. Por ello, a lo largo del proyecto se explica la libertad de relaciones con estas regiones ubicadas en el estado español y francés respectivamente. En lo que afecta a Navarra, el punto 1 del artículo 6 dice: “La Comunidad de Euskadi y la Comunidad Foral de Navarra podrán establecer los vínculos políticos y las relaciones internas a nivel municipal y territorial que consideren más adecuadas para el desarrollo y el bienestar social, económico y cultural de sus ciudadanos y ciudadanas, sin más limitación que la propia voluntad de los mismos, expresada y ratificada de conformidad con los correspondientes ordenamientos jurídicos de ambas Comunidades.” Estas relaciones se materializarían, según el texto, a través de “convenios y acuerdos de cooperación entre ambas Comunidades”. Para ello dice que no se podrá aplicar el artículo 145 de la Constitución española. Precisamente un artículo que afirma que “En ningún caso se admitirá la federación de comunidades autónomas “ y que dichos acuerdos se deben hacer bajo la autorización de la Cortes Generales. Por su parte, en lo referente a los territorios situados en suelo francés, el Proyecto de Estatuto de Euskadi, en su artículo 7, aboga por que “En el marco de la Unión Europea, se propiciará la firma de los Acuerdos y Tratados que sean precisos” para que los territorios situados a ambos lados de los pirineos puedan desarrollar sus “lazos históricos, sociales y culturales”. Una pretensión esta que la propia Unión Europea ya ha desestimado. Sin embargo, además de la legalidad española y europea, el Plan Ibarretxe debe hacer frente ahora a otro obstáculo en lo que a su política territorial se refiere. Se trata de la amenaza del alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, que advirtió al lehendakari de que en caso de que el proyecto secesionista saliese adelante, Álava también se independizaría del País Vasco.