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IRAQ

El Gobierno iraquí ya tiene un plan de seguridad para celebrar las elecciones

Fotografía
Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional16-01-2005

El presidente iraquí en funciones, Ghazi Al Yauar, visitó Paris la semana pasada. Tras la comida del jueves pasado que le reunió con el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, el mandatario iraquí aseguró que las elecciones del próximo 30 de Enero "serán unas elecciones libres y honestas al cien por cien".

La misma tarde en la que Al Yauar hacía estas declaraciones, morían siete iraquíes y otros 38 resultaban heridos al explotar un coche bomba cerca de la mezquita chií de Khan Beni Saad, una ciudad situada a 70 kilómetros al noreste de Bagdad. Días antes, el lunes pasado, el jefe adjunto de la policía iraquí en Bagdad fue asesinado junto a su hijo y dos soldados de EE.UU. por la explosión de un coche bomba. El martes pasado, otra bomba explotó al paso de un minibús. Mató a siete de sus ocupantes. La violencia que azota el país dificultará la celebración de las elecciones del próximo 30 de enero. El Gobierno iraquí ya ha hecho saber algunas de las medidas especiales de seguridad que se tomarán ese día. "Todos los colegios electorales estarán rodeados de un perímetro de seguridad en el que estará prohibida la circulación", dijo el pasado sábado el ministro iraquí de Gobiernos Provinciales, Wael Abdel Latif. El plan también contará con el apoyo norteamericano y de las tropas que forman parte de la coalición internacional. Reino Unido dijo la semana pasada que enviaría 400 soldados más a Iraq para reforzar "durante un tiempo limitado" la seguridad del sur del país. La respuesta de otras administraciones es totalmente diferente. El presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, ordenó la semana pasada que los 1.600 militares ucranianos desplegados en Iraq volvieran a su país a mediados de 2005. Esta orden llega tras la muerte de ocho soldados de nacionalidad ucraniana hace dos domingos. El comandante estadounidense destinado en Iraq Joffrey Hammond asegura que si el pasado 21 de diciembre "un terrorista pudo penetrar en un campamento militar en Mosul para hacer estallar una bomba, es de temer que un insurgente intente hacer lo mismo en un colegio electoral". El intento de celebrar elecciones será honesto, pero la ausencia de ataques durante la jornada electoral nadie la garantiza. Incluso en cuatro regiones de las 18 que hay en Iraq se piensa en no celebrar los comicios por los riesgos que ello entraña. Este tipo de soluciones drásticas evidencian que Iraq "es un imán para la actividad terrorista internacional", según dice Robert Hurchings, el presidente del Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU.